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Líder mapuche responsabiliza al gobierno si muere en huelga

15 de agosto de 2020

El machi, trasladado de la cárcel de Temuco (sur) a un hospital por su crítico estado de salud, confirmó que recrudecerá su protesta a partir de este fin de semana.

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UN-Klimakonferenz 2019 | Cop25 in Madrid, Spanien | Protestmarsch
Imagen: Getty Images/AFP/G. Bouys

El machi (líder espiritual mapuche) Celestino Córdova, condenado por asesinato, responsabilizó el viernes (14.08.2020) al gobierno de Chile de su potencial muerte, a horas de comenzar una huelga seca tras más de 100 días en una de hambre y después de que la Justicia rechazara su solicitud de cambio de condena.

"Como aquel gobernante no tiene suficiente sabiduría para resolver los distintos conflictos sociales, por no estar a la altura finalmente me matará", indicó Córdova en una grabación de audio entregada a los medios por sus portavoces.

Córdova comenzó hace 103 días una huelga de hambre como medida de presión para que se le otorgue un permiso de seis meses en su casa mientras dure la pandemia y renovar su "rewe" o energía espiritual.

"Por la libertad de todos los presos políticos mapuche y no mapuche, por los derechos y dignidad del pueblo-nación mapuche, por la devolución de nuestros territorios ancestrales, por los antiguos y recientes caídos en manos del Estado chileno, estoy dispuesto a dar la vida", agregó.

El machi, que ya disfrutó de ese permiso durante unas horas en julio de 2018, fue condenado a 18 años de cárcel por el incendio que en 2013 provocó la muerte al matrimonio de ancianos agricultores Luchsinger-Mackay en La Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago.

Condena desató violencia

El caso de Córdova ha motivado un rebrote de la violencia en el sur del país, pues el apoyo al machi motivó la toma de varios edificios municipales hace dos semanas por parte de indígenas mapuches, que fueron desalojados por la policía y grupos antiaborígenes, que lanzaron gritos racistas.

La acción de desalojo, a su vez, generó violentos enfrentamientos que terminaron con dos edificios incendiados, en un incremento de la violencia en la región de la Araucanía (600 km al sur de Santiago), donde se asientan la mayoría de las comunidades indígenas mapuche, la mayor etnia chilena.

La evolución de la protesta coincidió en las últimas semanas con un recrudecimiento de la situación de violencia en la zona, en el marco del histórico "conflicto mapuche", que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.

gs (efe, afp)

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