Líder indígena denuncia presión contra comunidades lencas en Honduras
4 de julio de 2012“En Honduras el golpe de Estado acentuó la crisis política y económica y multiplicó los problemas sociales, alimentarios y hasta climáticos. Las comunidades lencas están viviendo una enorme presión por parte de trasnacionales que avanzan en la conquista de recursos naturales, convirtiéndose en una amenaza para las comunidades indígenas que tienen que luchar para defender sus bosques, sus tierras, el agua. Son regiones de una enorme riqueza minera”, afirma Bertha Cáceres, dirigente del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).
La elocuente líder de 41 años, llamada “la voz de los lencas”, se encuentra en Alemania, donde recibió el premio Shalom por su trabajo en defensa de las comunidades indígenas de Honduras. La activista aprovechó el viaje para sensibilizar a políticos y organizaciones sobre la creciente presión sobre las comunidades ante el avance del ímpetu privatizador impulsado por el actual gobierno de Tegucigalpa.
Concesión de ríos
Desde que ocurrió el golpe de Estado contra el entonces presidente, Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, el Gobierno de Porfirio Lobo ha concesionado unos 50 ríos a empresas privadas para la construcción de hidroeléctricas sin consultar a las comunidades indígenas que habitan esos territorios desde tiempos precolombinos.
“Desde el golpe de Estado el pueblo Lenca vive una situación de mayor marginación. Antes no se conocía el paramilitarismo, pero las hidroeléctricas han traído a los paramilitares y han sembrado un ambiente de terror entre las comunidades”, dice Cáceres, que ha vivido en carne propia agresiones policiales y detenciones arbitrarias.
“Se encarnizan con las mujeres. Cuando son detenidas las compañeras indígenas hay un doble ensañamiento de los policías y militares. A compañeras ancianas se les dice que se les va a registrar las zonas íntimas porque ahí cargan las armas, se lo dicen con frases cargadas de vulgaridad. Ven su cuerpo como botín de guerra que puede ser abusado de múltiples maneras”, dice Cáceres y señala que también las mujeres garifunas (negras), habitantes en el caribe hondureño, son víctimas de violencia.
Amenazas constantes
“Aún teniendo medidas cautelares impuestas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), eso no ha importado. Por lo menos 8 compañeras de COPINH, que trabajan en radios indígenas son amenazadas continuamente. Reciben mensajes con amenazas de que les van a cortar la lengua y todo por la lucha de COPINH contra la privatización de los ríos”, señala.
El índice de homicidios de Honduras, de 86,5 por cada 100.000 habitantes es el más alto del mundo, pero resulta alarmante la violencia contra las mujeres, que aumentó en un 160 por ciento durante los últimos diez años, con 150 mujeres asesinadas durante el primer semestre de 2012, según datos publicados por el Ministerio Público de Honduras.
Bertha Cáceres fue galardonada el pasado 16 de junio con el premio Shalom para la justicia y paz, de la Universidad Católica Eichstätt-Ingolstadt. Es uno de los premios mejor dotados en Alemania (15.000 euros), que distingue a la fundadora de COPINH. “Queríamos hacer algo por nuestras comunidades, lo aprendí de mi madre y de la memoria histórica del pueblo Lenca, así apostamos por COPINH”, dice Cáceres.
COPINH fue fundada en 1993 para defender los derechos de la población indígena y de sus recursos naturales. Hoy en día se encuentra presente en 200 comunidades, cuenta con un centro educativo y dos radios comunitarias que transmiten información crítica e independiente en todo el país. En el transcurso de dos décadas COPINH ha detenido por lo menos 30 proyectos de tala ilegal de bosques, pero también se ha hecho enemigos entre representantes de grandes consorcios energéticos.
Autor: Eva Usi
Editora: Rosa Muñoz Lima