Lucha entre VW y Porsche en la fiesta de Audi
16 de julio de 2009Un aniversario cuya celebración amerita una alfombra roja. Así puede describirse la gala que tendrá lugar en la noche del 16 de julio de 2009 para conmemorar el centenario de Audi, una de las empresas automotrices que se han erigido en emblemas de la calidad de producción alemana y cuyos modelos son auténticos fetiches para los amantes del diseño y la velocidad en todo el mundo.
Una semana entera de eventos festivos arrancará con una ceremonia amenizada por el célebre pianista chino Lang Lang y a la que han sido invitadas personalidades del ámbito deportivo, científico, económico, cultural y político. Además del primer ministro de Bavaria, Horst Seehofer; el de Baja Sajonia, Christian Wulff; y el de Baden-Wurtemberg, Günther Oettinger, asistirá nada menos que la canciller alemana, Angela Merkel, en calidad de oradora.
Tensiones en la industria
Tampoco faltarán Martin Winterkorn, presidente de la junta directiva de Volkswagen (VW) y Wendelin Wiedeking, jefe de Porsche, quienes, con su sola presencia, convertirán esta conspicua reunión en telón de fondo de la lucha que ha tenido en vilo a la industria automotriz alemana durante varios meses. La probable adquisición de Porsche por parte de VW para constituir un solo grupo es apenas el colofón de una historia de intrigas familiares y políticas en la que hay mucho dinero –y deudas– de por medio.
Porsche compró el 51 por ciento de las acciones de VW mediante transacciones financieras a futuro y, cuando se hizo palpable la crisis financiera global, la compra de esos papeles se revirtió en su contra, sumiéndola en los aprietos financieros en que actualmente se halla. Su meta era comprar acciones adicionales hasta controlar el 75 por ciento de la empresa porque sólo así habría podido tener acceso a las reservas financieras de VW y pagar las deudas contraídas previamente. Sin embargo, sus problemas económicos la hicieron desistir de sus intenciones en junio de 2009.
Conflictos de intereses
Según las informaciones más recientes, aunque falta un anuncio definitivo al respecto, los dueños de Porsche están decididos a que VW asuma el 49 por ciento de su empresa y dispuestos a abrirse a un inversor externo que sea capaz de salvar a la compañía de sus más de 9.000 millones de euros de deudas. Hasta ahora se ha contemplado como candidato al emirato de Oriente Medio Qatar, Estado que, según su Primer Ministro, el Jeque Hamad bin Dschasim al Thani, se convertirá en accionista de Porsche en el curso de las próximas tres semanas.
“Aquí se está conduciendo una guerra en los medios”, dijo el director del comité empresarial de Porsche, Uwe Hück, refiriéndose a lo que, desde su punto de vista, sólo son especulaciones hechas públicas para debilitar la posición de Porsche en el marco de las negociaciones. Uno de los rumores más vehementes tiene que ver con la dimisión del presidente de Porsche, Wendelin Wiedeking.
Forcejeo con la clase política
“Wiedeking no ha renunciado ni va a renunciar”, ha insistido Hück. Hück es percibido en la empresa como un aliado de Wiedeking y del jefe del consejo de administración, Wolfgang Porsche, quien está en contra de que VW asuma el control de Porsche y obstaculiza los planes de su primo, Ferdinand Piech, que es socio de Porsche y, al mismo tiempo, el patriarca de VW.
Además, Hück ha acusado Christian Wulff, Primer Ministro de Baja Sajonia –el Estado federado alemán que posee el 20 por ciento de las acciones de VW y derecho a veto garantizado por la llamada “ley VW”–, de haber convencido a los bancos de no prestarle más dinero a Porsche para impedir lo que, hasta hace un mes y medio, Wiedeking todavía veía como posible: que Porsche asumiera el control de VW y no lo contrario. La incapacidad de Wiedeking para llevar este plan a cabo alimentó especulaciones sobre su intención de dimitir.
Choque de clanes
A petición de Hück, el primer ministro de Baden-Wurtemberg, Günther Oettinger, ha instado a las partes en discordia y a su compañero de partido –tanto Wulff como Oettinger pertenecen a la Unión Cristiano Demócrata alemana– a que dejen de lado los “gritos de guerra” y se abstengan de hacer comentarios públicos que perjudiquen a cualquiera de los involucrados.
Según la versión online del diario alemán Der Tagesspiegel, el clan de los Porsche –al que Hück ha pedido que aumente el capital de la compañía para garantizar su independencia– se ha mostrado muy receloso frente a los intentos de Ferdinand Piech de encumbrarse como líder del imperio automotriz. Pero al mismo tiempo, la familia tampoco está contenta con el desempeño del presidente de la empresa, Wendelin Wiedeking; otra razón por la cual se habló sobre su renuncia a la directiva de Porsche.
Tanto en VW como en Porsche tendrán lugar reuniones extraordinarias de sus consejos de administración el 23 de julio de 2009, tras las cuales podría decidirse cómo termina esta historia.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Pablo Kummetz