Los secretos de Stonehenge
1 de abril de 2008Hace mucho ya que quedaron atrás los tiempos en que los turistas munidos de un martillo se llevaban piedras del monumento neolítico de Stonehenge, en el suroeste de Inglaterra. El curioso círculo de piedras está bajo estricta vigilancia y los turistas de todo el mundo sólo pueden verlo desde una distancia prudente.
Pero tan significativo como eso es que desde el lunes se han trasladado al lugar investigadores que buscarán desvelar los secretos ocultos en un sitio rodeado de leyendas. Con las primeras excavaciones en 44 años, los expertos esperan aclarar todas las dudas sobre el monumento.
Y es que este lugar de culto que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO está rodeado de mitos: es un sitio de peregrinación de los autonombrados herederos de los druidas celtas, de hippies o se simpatizantes del movimiento esotérico New Age, y las opiniones se dividen acerca de si es un templo a los dioses, un observatorio astronómico y de meteorología prehistórico o un cementerio.
Obra del mago Merlín
Los seguidores de las leyendas del rey Arturo creen incluso que el mismo mago Merlín agrupó en persona las piedras de varias toneladas ubicadas cerca de la ciudad de Salisbury.
"La respuesta a la eterna pregunta de cuándo y por qué fue construido Stonehenge está cerca", afirmó Geoffrey Wainwright, uno de los directores de la expedición. Junto con Timothy Darvill, de la Universidad de Bournemouth, quiere probar que Stonehenge fue fundado hace unos 4.500 años como un lugar de sanación. "Una especie de Lourdes de la Era de Bronce", afirma Wainwright en alusión al santuario católico donde los creyentes van en busca de milagros de curación.
Los investigadores basan esta hipótesis en el hallazgo de restos humanos en las inmediaciones: los cuerpos mostraban signos de graves enfermedades o malformaciones.
En las actuales excavaciones los científicos se concentran en las piedras de arenisca azul que forman el círculo interno más pequeño.
Poderes curativos
Estas rocas, a las que se atribuyen poderes curativos, fueron traídas desde Gales, a unos 250 kilómetros de distancia, y fueron las primeras en ser colocadas. Según los datos con los que se cuenta hasta ahora esto se produjo unos 2.500 años Antes de Cristo, aunque no existe una fecha exacta.
Por eso, en su excavación de 3,50 por 2,50 metros los expertos buscarán en las próximas dos semanas materiales que permitan datar de forma más exacta el monumento. "Ésta es la primera oportunidad en casi medio siglo de acometer con arqueología moderna un problema que ha ocupado a viajeros, investigadores de la Antigüedad y arqueólogos desde la Edad Media", afirma Darvill.
El último gran descubrimiento fue hecho el año pasado por el arqueólogo Mike Parker Pearson, quien encontró cerca de Stonehenge un pueblo de unos 4.600 años de antigüedad. En su opinión, en contraposición a este poblado, los círculos habrían sido una especie de reino de los muertos. "Una teoría muy elegante", opina Wainwright, "sólo le falta la más mínima prueba".