Cambios en Libia
26 de marzo de 2011Este sábado (26.3.2011), el control de Ajdabiya –una ciudad de importancia estratégica en el marco de la crisis política libia– volvió a manos de los grupos armados que luchan contra al régimen de Muamar el Gadafi, según la televisora catarí Al Yazira y corresponsales de guerra de varios medios. Aviones de combate de la alianza internacional habían bombardeado la noche anterior los tanques y la artillería de las fuerzas oficialistas con el fin de ayudar a los rebeldes a hacerse de la localidad.
Aliados facilitaron avance de los rebeldes
Los bombardeos han sido “ilegales”, se quejó Ibrahim Musa, vocero del Gobierno libio. “Los ataques aéreos dieron cobertura a los rebeldes para que marcharan hacia Ajdabiya”, señaló Musa, y la resolución 1973 de la ONU sólo admite acciones destinadas a garantizar la seguridad de los civiles, no a facilitar allanarle el camino insurgentes armados.
“¡Hemos vencido! ¡Los hemos expulsado!”, festejaban los milicianos. Ajdabiya está ubicada en el este de Libia, a 160 kilómetros al sur de Bengasi, en el punto que separa a la zona controlada por Gadafi de aquella dominan sus opositores.
Estados Unidos confirmó que la llamada “coalición de los dispuestos” había volado 153 misiones y disparado 16 misiles cruceros Tomahawks contra la infraestructura de comando y control del líder libio. “Hemos destruido las defensas aéreas de Libia”, anunció el presidente estadounidense, Barack Obama, en su mensaje radiofónico semanal, enfatizando de nuevo que Washington está por ceder el mando de la operación "Amanecer de la Odisea" a la OTAN.
Medidas adicionales
“En ningún caso enviaremos tropas terrestres”, agregó Obama, procurando dejar claro que la participación de su país en el combate contra Gadafi será limitada. Mientras tanto, Alemania sigue siendo objeto de severas críticas en Europa por no haber votado a favor de la zona de exclusión aérea sobre Libia. A juicio del filósofo y escritor francés, Bernard Henri Lévy, la futura membresía permanente de los germanos en el Consejo de Seguridad está por ello peligrando.
En Francia, el apoyo de la opinión pública a la intervención militar en el país norteafricano es, al contrario de lo que sucede en Alemania, amplio. Y el presidente galo, Nicolas Sarkozy, podría estar preparando ya a la ciudadanía para el paso dos en este conflicto: el mandatario anunció que, aparte de los bombardeos, deberían implementarse otras medidas para garantizar que los objetivos de la resolución de la ONU puedan alcanzarse.
De momento, Anders Fogh Rasmussen, el secretario general de la OTAN, sólo ha asegurado que la Alianza se encargará de “hacer respetar la zona de exclusión aérea” cuando asuma el comando. Pero si mantenerse en el aire bastará para ponerle fin a esta guerra se convierte con el paso de los días en un interrogante cada vez mayor. Según el Washington Post, Estados Unidos y otros países occidentales podrían estar sopesando la posibilidad de proveer a los rebeldes con armas.
La resolución de Naciones Unidas descarta explícitamente una ocupación de Libia. Para las críticas de Trípoli a los bombardeos puede encontrarse fácilmente justificación en el derecho internacional. La entrega de material militar a uno de los bandos enfrentados sería igualmente dudosa. Pero tal vez no sea necesario llegar tan lejos. Si los implicados en esta operación tienen suerte, Gadafi hablaba en serio cuando le dijo al diario árabe Asharq Al Awsat que se encuentra en conversaciones con sus "amigos" occidentales para encontrar una "solución digna" a la situación en Libia.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editora: Luna Bolívar Manaut