El último grito son los MIST
31 de agosto de 2012Quien quiera transmitir contenidos complejos con titulares pegadizos lo tiene bien fácil: no hay nada como utilizar acrónimos y abreviaturas. Ahora llegan los MIST (por sus siglas en inglés), para aludir a México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía.
Hace once años al estratega de inversiones de Goldman Sachs Jim O'Neill se le ocurrió el término BRIC para que sus clientes invirtieran dinero fresco en una serie de países con unas tasas fantásticas de crecimiento.
Durante la última década, estos mercados emergentes han contribuido a la mitad del crecimiento de la economía mundial. Pero ahora el milagro se debilita. Brasil se resiente por la fortaleza de su moneda, Rusia se encuentra estancada en sus reformas, India se hunde en el pantano de la corrupción y el crecimiento de China ya no basta para crear nuevos puestos de trabajo.
Los expertos financieros pierden la confianza en los BRIC y depositan sus esperanzas en otros países. Nuevos terrenos de juego, nuevas estrategias, nuevos mercados de futuro… Jim O'Neill habla de los “next eleven”, es decir, los próximos once mercados emergentes. La revista “Economist”, por su parte, se refiere a los CIVETS, es decir: Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Finalmente, la empresa de inversiones Fidelity ha bautizado como MINT al conjunto de países formado por México, Indonesia, Nigeria y Turquía.
Llega la nueva generación
“Los llamados ‘next eleven' aglutinan el 1,5 % del producto interior bruto mundial, y cuentan con altas tasas de crecimiento”, dice en conversación con DW Rolf Langhammer, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel. “Pero la mayoría tiene ante sí un largo camino por delante para integrarse en la economía mundial. Tienen potencial, pero son muy heterogéneos”, asegura Langhammer.
En Latinoamérica, México crece más que Brasil, aunque es muy dependiente de la coyuntura económica estadounidense. Indonesia tiene materias primas y una población joven, pero el sistema político es débil. Corea del Sur, por su parte, ya no es emergente. Su población envejece y las tasas de crecimiento bajan. En Turquía, aunque la economía crece con fuerza, es muy dependiente de la inversión extranjera y retrocede rápido cuando la economía mundial entra en crisis.
Correr riesgos
“Se trata de lugares interesantes para invertir”, continúa Langhammer, “pero una inversión allí conlleva volatilidad, inseguridad y riesgos”. Expertos como él desconfían por ello de la creación de neologismos para aludir a los países en los que supuestamente pueden ocurrir milagros económicos. Ven en ellos potencial, pero también riesgos.
“Estos países dependen sobre todo de los BRIC. Por ejemplo Indonesia exporta materias primas a China. Cuando el crecimiento de China se ralentice, también lo hará el suyo”, dice Langhammer. “Muchas políticas económicas asiáticas se vinculan estrechamente con el comercio y la circulación de capitales. Si a los BRIC asiáticos les deja de ir bien, a la siguiente generación de emergentes le sucederá lo mismo”, concluye.
Autor: Rolf Wenkel /MS
Editora: Rosa Muñoz Lima