Los mares del mundo, sobreexplotados
7 de junio de 2007Primero, para variar, las buenas noticias. De acuerdo con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés, la caza de ballenas con fines comerciales sigue prohibida, la contaminación con petróleo en los mares ha disminuido 85 por ciento desde los años ochenta, verter sustancias químicas en los mares es oficialmente una práctica ilícita, y el establecimiento de áreas naturales protegidas permite la conservación de muchas especies y arrecifes coralíferos.
Sin embargo, esto no ha impedido que avance la explotación desmedida de los mares, considera la organización en un informe ex profeso dado a conocer este jueves en Frankfurt. "Las consecuencias del cambio climático posiblemente serán de enorme dimensión. El creciente nivel de los mares amenaza a las zonas costeras. El calentamiento de los mares transforma ecosistemas enteros, y destruye arrecifes tropicales de coral", asegura el documento.
Dicho informe menciona las consecuencias que el auge del turismo trae para algunas regiones del mundo: "La densidad de población en las costas aumentará en 50 por ciento para el año 2025 en comparación con la de 1990. Esto implica una presión enorme a los ecosistemas. El turismo, actividad que se concentra en buena parte en las regiones costeras, es una industria en rápido crecimiento."
Los números son elocuentes. Según WWF, "actualmente 77 por ciento de las especies de peces en todo el mundo son explotadas al límite o sobreexplotadas. Cerca de 86 millones de toneladas de peces son capturados cada año por una industria pesquera desatada a tal, grado, que para el año 2050 el comercio mundial de peces podría colapsar."
La trampa de las granjas piscícolas
A menudo, el cultivo de algunas especies en granjas piscícolas es presentado como la solución mágica al problema de la sobreexplotación de los mares. Según el informe dado a conocer este jueves, la situación es totalmente contraria. "Las granjas son un negocio en auge; se calcula que cada año generan ganancias por 56 mil millones de euros y un alto nivel de crecimiento. China tiene una participación mayoritaria, con 70 por ciento de las granjas".
El problema, de acuerdo al documento, es que para criar un kilo de atún se requieren 22 kilos de alimento: peces que son atrapados en mar abierto. Para un kilo de salmón son necesarios cuatro kilos. Las especies más afectadas son la anchoa, la sardina, el arenque y el merlán.
Algunos países latinoamericanos resultan profundamente afectados. En Ecuados, por ejemplo, "70 por ciento de los manglares han sido destruidos en aras, principalmente, de establecer granjas piscícolas".
Costas alemanas, en peligro
En Alemania, ciudades portuarias como Bremen y Hamburgo se encuentran amenazadas por el posible crecimiento del mar. Científicos alemanes pronostican que los niveles marítimos aumentarán entre 83 centímetros y 1,7 metros su altura para los próximos cien años. Por ello, los sistemas actuales para protección costera no serán suficientes.
El informe de WWF también advierte sobre una nueva "edad de oro" que afectaría a vastas extensiones de los océanos. "Supuestamente, entre México y Hawai existen yacimientos submarinos de manganeso. Los más valiosos también contendrían cobre, níquel y cobalto. Debido al incremento en los precios de estas materias, la explotación del fondo marino a 4.000 a 5.000 metros de profundidad previsiblemente se intensificará. En 2006, Alemania recibió autorización por parte de la autoridad marítima de la ONU para explotar un área de 75.000metros cuadrados en el fondo del Océano Pacífico."