Los hijos de Thomas Mann

La difícil y gran tarea de vivir cargando un apellido ilustre se potenció en los hijos del escritor y premio Nobel alemán Thomas Mann ¿Cómo producir algo propio teniendo como punto de partida Los Buddenbrooks, La montaña Mágica o La Muerte en Venecia?

¿Cómo tejer la propia historia sirviéndose de la sombra paterna y odiándola al mismo tiempo? El escritor Klaus, la actriz Erika, el historiador Golo, la ensayista Monika, el violinista y literato Michael y la científica Elisabeth probaron demostrarlo su vida entera, cada uno a su manera.

Hijos de uno de los más grandes escritores e intelectuales alemanes del siglo XX y Katharina Pringsheim, física y matemática de noble familia muniquesa, los Mann se nutrieron desde la cuna con lo más prominente de cultura y política internacional. Compartiendo el exilio durante el nacionalsocialismo en Estados Unidos, "los hijos de los Mann" se convirtieron involuntaria y luego conscientemente en ciudadanos del mundo. Una exposición en Múnich y Lübeck permite un panorama de la vida de estos personajes. DW-WORLD conversó Michael Grisco, director de la Buddenbrookhaus que alberga la muestra en Lübeck, la ciudad natal de Thomas Mann.

DW-WORLD: ¿Qué resonancia ha tenido esta exposición?

Michael Grisco: En Múnich, el éxito fue impresionante. La Literaturhaus de Múnich informa que nunca habían tenido un número tan alto de visitantes. Más de 10.000 personas acudieron entre diciembre y febrero a ver la muestra. Y muchos asistieron más de una vez, porque quedaron tan bien impresionados por la muestra y por la información que encontraron en ella.

¿Cómo se explica usted tan buena acogida?

El interés por Thomas Mann y su familia desde la película de Heinrich Breloer en 2001 no ha bajado. La biografía de Katia Mann, publicada por Inge y Walter Jens, puso una piedra angular, y en 2005 los cincuenta años de la muerte de Thomas Mann fueron otro momento estelar. Y se pone claramente de manifesto que ha llegado el momento de que los hijos de Thomas Mann salgan de su omnipresente sombra y, a pesar de que ya han sido reconocidos individualmente, sea percibidos como una familia.

Aparte de su gran presencia en los medios, ¿no es Thomas Mann y su familia un tema que que toca profundamente a Alemania?

Con seguridad, la resonancia que ha tenido la exposición no se debe sólo a la presencia de los Mann en los medios, sino porque es en sí una muestra bien concebida y hermosamente trabajada. Es un hecho, además, que éste no es sólo un tema de los alemanes. Si bien es cierto que los Mann pertenecen a una familia alemana, desde el nacimiento de Klaus Mann en 1905 hasta la muerte de Elizabeth en el 2002 conforman y son conformados por la historia alemana. Sobre todo los hijos de los Mann se vuelven ciudadanos del mundo, porque, por un lado son obligados a ellos por el exilio, y por otro se van voluntariamente y viven en Europa y Estados Unidos. Elisabeth se va a Canadá, por ejemplo. Es decir, los Mann son un tema alemán, sí, pero no solamente.

¿Cuál es el aporte de esta exposición?

Tenemos siete estaciones que se extienden a lo largo de la historia cultural europea y norteamericana. Desde el nacimiento de Klaus Mann en 1905 hasta la muerte de Elisabeth Mann en 2002. Origen, años 20, la salida al exilio. En el exilio y el trabajo para los aliados. Un nuevo exilio después de la Segunda Guerra Mundial y el trabajo en los años ochenta del siglo pasado. Ofrecemos muchos originales y apostamos por la fuerza del material auténtico. Pero también tenemos material filmográfico y una guía con archivo de voces que ofrece mucho sonido original. Tenemos un panorama de la familia, tanto en lo arquitectónico como en lo mediático pues disponemos desde fotografías, cartas, película y voces originales.

La lucha contra o por el apellido Mann, ¿se ve en ella la relación de los hijos con su padre?

Hablar de los hijos de Thomas Mann sin hacer referencia a él es simplemente imposible. A su sombra y a su cálida luz crecieron los seis hijos. Es decir, sacan partido de su apellido como se oponen a él. Hemos intentado dejar un poco de lado al padre, es decir no resaltar tanto su figura, para poder presentar mejor las seis personalidades de los hijos. Naturalmente se presenta la lucha contra el padre, pero también la lucha de los hijos entre sí: no siempre se llevaron bien y rivalizaron mucho por el afecto y la predilección del padre.

"Alguien como yo no debería traer hijos al mundo", había dicho Thomas Mann. ¿Cómo digirieron los hijos esto?

Exactamente ese fragmento se encuentra a la entrada de la exposición. Confrontamos al visitante con los pensamientos del padre y de la madre de los Mann, con sus motivos para querer o no querer tener hijos. ¿Cómo elaboraron los hijos eso? De muy diversa manera. Predilecciones, cariño o rechazo del padre marcaron sus vidas, y cada uno lo elaboró de manera muy diferente.

Aunque no se puede hacer un análisis psicológico, se puede ejemplificar con la vida de Erika Mann. En los años 20 llevó una vida bastante bohemia, que fue actriz, viajó por todo el mundo, probó drogas, aventuras amorosas… es decir, a comienzos de siglo probó todo lo que era de avanzada. Y que luego, después de la Segunda Guerra Mundial, se volvió asistente de su padre. Volvió a Kirchberg, a su cercanía, llevó su correspondencia, sus negociaciones, y que tuvo incluso influencia en sus libretos. Es decir que sus de afanes emancipatorios llegó a convivir estrechamente con su padre. O Michael Mann, que se creyó por mucho tiempo emancipado de su padre, y que pasados los años comenzó a editar sus diarios y -sin querer establecer una relación directa- cayó en depresión y sucumbió a ella.

¿Estos personajes podrían haber hecho sus carreras sin tener el apellido Mann?

Ésa es una pregunta muy difícil, si se tiene en cuenta que crecieron en un hogar con las más variadas influencias intelectuales..que la casa de los Mann en Múnich era visitada asiduamente por la sociedad cultural de la época, por la élite. Los hijos, por supuesto, que se vieron influidos por ello. Su padre y su posición les permitieron una vida y un acceso a mundos y a escenarios artísticos que, probablemente, sin él no hubiesen tenido.

Y lo que queda es que todos los hijos, cada uno a su manera -Golo, Erika, Klaus, Elizabeth, Monika y también Michael- han dejado su huella propia en la literatura o como Elisabeth en la ciencia.