Los errores de Boris Johnson quedarán en evidencia
17 de mayo de 2020Uno podría casi sentir lástima por Boris Johnson mientras se retuerce bajo las preguntas de Keir Starmer, que ha ocupado la presidencia del Partido Laborista durante las últimas semanas. "Tenemos el mayor número de muertos en Europa, el segundo más alto del mundo, ¿cómo diablos se llegó a esto?", lo emplazó Starmer.
El nuevo líder laborista es cortés, claro y se refiere al tema central del asunto. Reino Unido decidió imponer el confinamiento demasiado tarde. Se está quedando atrás en las pruebas y la vigilancia del virus. Descuida al personal de atención de los hospitales y los hogares de ancianos, que no disponen de la ropa de protección adecuada.
Un oso de buen humor que no administró bien la crisis
Es muy pronto para hacer comparaciones internacionales, las cifras aún no son definitivas, se defiende Johnson, mientras invoca "el buen y sólido sentido común británico". Pero eso no le ayuda. Las preguntas de Starmer son como un interrogatorio -que aprendió en su oficio como ex fiscal general. En pocos minutos, Starmer expone las debilidades de Johnson durante la ronda semanal de preguntas al primer ministro.
Queda claro lo poco que Johnson se ha preparado. Sus fortalezas no están en los detalles: es un maestro del espectáculo, un oso de buen humor con frases cortas, a quien los británicos eligieron porque estaban desgastados después de la interminable discusión del "brexit".
Johnson falla como administrador de la crisis. No es un líder de Estado sensato con visión o sentido común. Es impulsivo, imprudente y eso casi le cuesta la vida. A principios de marzo, cuando la crisis ya estaba sacudiendo el continente, Johnson declaró con orgullo que había estrechado la mano de un gran número de personas en un hospital, incluidos los pacientes con el virus. Poco tiempo después, se enfermó gravemente y terminó en el hospital con un ventilador de oxígeno.
El intento de compensar las neglicencias iniciales
Si hasta entonces no se había tomado en serio el peligro, su lucha contra la enfermedad cambió eso. Apresuradamente, el gobierno británico ha intentado en las últimas semanas compensar sus errores. Pero todavía no hay suficiente ropa de protección para los médicos y el personal de enfermería, más de 100 de ellos ya han muerto. En los hogares de ancianos, la pandemia se desató casi sin control durante semanas y le ha costado la vida a casi 10.000 ancianos hasta ahora.
El virus trae enormes desafíos para cada gobierno. Y también hay éxitos en Reino Unido, como los llamados hospitales Nightingale, que fueron construidos con la ayuda del ejército en pocas semanas (nadie podía saber que al final apenas serían necesarios). El sistema de salud pública también resistió en gran medida la presión del virus, en gran parte gracias a los esfuerzos desinteresados del personal, que compró sus propias mascarillas y protectores oculares y además diseñó sus delantales con bolsas de basura.
El relajo de las medidas también deja dudas
Ahora el número de nuevos casos está disminuyendo y el confinamiento se ha flexibilizado. Pero como se cometieron tantos errores al principio, el gobierno es ahora cuidadoso. Muchos británicos miran con envidia al continente, donde los restaurantes y hoteles se están abriendo poco a poco, y la gente puede incluso soñar con unas vacaciones en las montañas o en el sur de Europa. Para los británicos, unas vacaciones en el extranjero parecen imposibles.
Pero el relajo de las medidas en Reino Unido también deja dudas. Por ejemplo, ¿por qué no hay obligación de llevar mascarillas en el transporte público? En las redes sociales, se ven videos en los que los pasajeros se sientan juntos en un espacio muy reducido y sólo uno de cada dos lleva mascarilla. ¿Por qué se permite a las señoras de la limpieza y a las niñeras volver al trabajo, pero los abuelos no pueden ver a sus nietos? Las instrucciones del gobierno seguían siendo vagas, a veces contradictorias.
Incluso los fans de Johnson se están alejando
Johnson también se precipitó con las medidas de flexibiliación sin consultar a Escocia, Gales e Irlanda del Norte, y como resultado, ahora Inglaterra tiene reglas diferentes al resto del país. Incluso los partidarios declarados de Johnson se están volviendo ahora en contra del gobierno. Su manejo de la crisis es un desastre, escribieron sus fans recientemente al Daily Telegraph.
Hace sólo seis meses Boris Johnson ganó las elecciones con una clara mayoría. Starmer, no obstante, todavía tendrá muchas oportunidades de dejar expuesto a su oponente.
(ju/rrr)
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