Los colaboradores del servicio secreto de EE.UU. en Alemania
19 de noviembre de 2013Según revelaciones del periódico Süddeutsche Zeitung (SZ) y la radio Norddeutscher Rundfunk (NDR), en Alemania, sobre todo, en las bases militares estadounidenses, agentes de la CIA, NSA, del Servicio Secreto y del Servicio de Seguridad Interior tienen plena libertad para ejercer su trabajo. En la actualidad, 43.000 soldados estadounidenses aún están estacionados en Alemania.
El SZ informa que desde las bases de Ramstein y Stuttgart fueron ordenados ataques con aviones no tripulados en Somalia con el consentimiento del gobierno alemán. Junto con otros 20 periodistas, John Goetz investigó durante dos años el apoyo activo que los servicios secretos y el ejército de EE.UU. reciben en Alemania.
Bajo el título “La guerra secreta”, el equipo de periodistas ha empezado a publicar los resultados de su pesquisa. Miembros de los servicios de inteligencia estadounidenses, señalan sus documentos, controlan contenedores en puertos alemanes, y hasta pueden decidir qué carga irá a bordo de los barcos. Asimismo, el gobierno alemán otorgó licencias especiales a más de 200 empresas para que estas puedan llevar a cabo misiones delicadas en Alemania por encargo del gobierno estadounidense, como, por ejemplo, desarrollar y aplicar software que pueda monitorear el perfil de movimiento de personas de todo el mundo por medio de satélites.
El gobierno alemán estaba enterado
En el aeropuerto de Fráncfort, la policía federal alemana ayudó a agentes estadounidenses a impedir que un viajero de Estonia emprendiera su vuelo para irse de vacaciones. Sin embargo, no había ninguna orden de detención internacional para el sospechoso. Estos son solo algunos ejemplos que documentan la estrecha relación de los servicios de seguridad de ambos países. Por ello, parece cada vez más improbable que el gobierno alemán no haya estado enterado del espionaje estadounidense en su territorio.
Oficialmente, servidores públicos de EE.UU. no pueden llevar a cabo tareas que competen a la soberanía alemana. En el marco del Tratado del Atlántico Norte, el Estado alemán está obligado a proteger a los miembros del ejército de su aliado EE.UU. El historiador Josef Foschepoth reveló que todos los acuerdos secretos entre Alemania y EE.UU., que datan de la década de los años 50 del siglo pasado, siguen vigentes en la actualidad. Después de los ataques terroristas, del 11 de septiembre de 2001, se han acordado todavía más acuerdos secretos.
“Me asusta que el gobierno alemán haya pactado muchos de esos acuerdos sin consultar al parlamento”, cuenta Goetz. El periodista descubrió un mensaje del gobierno alemán dirigido a EE.UU., pidiendo que se mantengan en secreto las instalaciones estadounidenses en Alemania, para “no despertar una discusión pública inútil, en el país”.
Por medio de un vocero, el gobierno alemán dejó saber que investigaría las informaciones publicadas por la prensa. La embajada de EE.UU. en Berlín expresó su molestia y habló de “falsas afirmaciones e imputaciones”. John Goezt, en cambio, asegura tener varios comprobantes.