Los bufones llaman a iniciar el carnaval en Alemania

El cielo está gris, un típico día de noviembre en Alemania. En Colonia, sin embargo, todo es colorido y alegre. Cada año, a las once y once minutos, se inaugura la temporada de carnaval en el centro histórico de la ciudad. Un acontecimiento importante para los habitantes de Colonia, y también muy divertido para los turistas.

El país vecino está cerca, y a Colonia se llega rápidamente en tren. Este grupo de danza belga pone color al gris lúgubre. Elementos clave: los impermeables transparenes que, aunque el tiempo no acompañe, permiten ver los coloridos trajes.

El carnaval forma parte del ADN de Colonia. Por eso, ni los adultos mayores pierden la oportunidad de sumergirse en el bullicio. Y pueden dar buenos consejos a los jóvenes carnavaleros, porque llevan décadas participando. Lo más importante: se trata de divertirse y no de beber tanto alcohol como sea posible.

El carnaval tiene una larga tradición en Alemania. Esta foto data de 1884 y muestra al príncipe del carnaval (en el centro) y su séquito. Aún hoy, el príncipe del carnaval siguen siendo el centro de las celebraciones.

Cada año, el "príncipe", el "campesino" y la "doncella" reinan sobre la multitud carnavalesca, todos ellos interpretados tradicionalmente por hombres. Son designados por el comité de fiestas de carnaval y tienen muchas citas a las que acudir a partir del 11 de noviembre. He aquí una actuación del triunvirato de Colonia de la última sesión.

Este año, la asociación "Colonia StattGarde", la primera sociedad homosexual de carnaval de Colonia, aporta el triunvirato. La nominación se anunció en agosto. Asimismo, cada vez son más quienes piden que el triunvirato también esté compuesto por mujeres. ¿Cuánta agua tendrá que correr todavía por el Rin para que esto ocurra?

En Düsseldorf -otro baluarte del carnaval renano- comienzan los días de carnaval después de que el "Hoppeditz", un pícaro personaje, cobra vida. En su mordaz discurso inaugural, suele regañar a los dirigentes de la ciudad. Al igual que el triunvirato, su mandato termina el Miércoles de Ceniza, con el fin del carnaval.

Tampoco en Renania-Palatinado los bufones se dejaron amedrentar por el mal tiempo del 11 de noviembre. Como todos los años, a las 11:11 am, en la Schillerplatz de Maguncia se leyó la "Ley Fundamental de los Necios". Y luego empezó la fiesta.

Mucha gente se tomó el día libre en el trabajo para celebrar este día. Eso sí, no es un festejo apto para claustrofóbicos. Algunos lugares están tan llenos que están acordonados. Un día intenso para la policía y los servicios de seguridad. A pesar de todo, el ambiente es relajado, como aquí, en el Neumarkt de Colonia.

Tras la inauguración del carnaval, el 11 de noviembre, todo continúa en interiores. Diversas sociedades carnavalescas, como la Prinzen-Garde de la foto, invitan a la gente a sesiones en las que se baila, se canta y se ríe. A partir de la Weiberfastnacht (el jueves anterior al Miércoles de Ceniza), los bufones vuelven a festejar en las calles, hasta que todo termina el Miércoles de Ceniza...