Los ayuntamientos más bonitos de Alemania
Estos magníficos edificios sirvieron alguna vez como símbolo del orgullo de la ciudad y siguen siendo en muchos casos sede del gobierno local. Recorremos diez consistorios particularmente bellos por todo el país.
Hamburgo
El ayuntamiento, inusualmente ostentoso para el gusto hanseático, fue construido en estilo historicista. Combina elementos renacentistas, góticos y barrocos y cuenta con 647 habitaciones. El punto cúlmine de una visita es el salón de baile, donde tradicionalmente se lleva a cabo la comida Matthiae, una fiesta a la que el alcalde convoca a invitados de honor como monarcas y líderes empresariales.
Bremen
Desde el ayuntamiento de Bremen (a la izquierda) se ha gobernado durante 600 años. Es el único ayuntamiento del medievo tardío de Europa que nunca fue destruido y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Con torreones y almenas, originalmente parecía una fortaleza. La fachada ha sido redecorada en estilo renacentista local con innumerables figuras y relieves de arenisca desde el siglo XVII.
Berlín
También Berlín tiene un destacable consistorio, llamado Ayuntamiento Rojo por su color. Se encuentra cerca de Alexanderplatz y de la torre de televisión. Durante la división de Berlín, la Magistratura de Berlín Oriental se reunía aquí, mientras el Senado de Berlín Occidental se instaló en el Ayuntamiento de Schöneberg. Desde 1991, el Ayuntamiento Rojo ha vuelto a ser la sede conjunta del gobierno.
Hannover
Es tan hermoso que es el símbolo de la ciudad: hablamos del Nuevo Ayuntamiento. El nombre puede parecer sorprendente, porque el magnífico edificio guillermino tiene más de 100 años. Pero es, efectivamente, más nuevo que el antiguo ayuntamiento de 1410. En el interior, se pueden ver cuatro maquetas de la ciudad en diferentes épocas y un ascensor inclinado lleva a los visitantes hasta la cúpula.
Wernigerode
El ayuntamiento de Wernigerode se menciona por primera vez en un documento de 1277 como casa de celebraciones y palacio de justicia: aquí tenían lugar bailes medievales y espectáculos de malabaristas. Su aspecto actual data del siglo XVI. El ayuntamiento no es solo una muestra del estilo arquitectónico de entramado artesanal de madera ('Fachwerk'), sino que destaca por su inusual colorido.
Leipzig
El Antiguo Ayuntamiento, del siglo XVI, alberga ahora el museo de historia de la ciudad. El edificio tiene 90 metros de largo y no es simétrico: la torre no está en el medio, sino en la sección áurea. Y la fachada tampoco es perfectamente recta. Si se mira más de cerca, se puede descubrir una ligera curva entre el primer y el segundo frontispicio de la derecha.
Fráncfort
El Ayuntamiento de Fráncfort se conoce como el "Römer". Hay varias explicaciones para el nombre. Se dice que el comerciante que solía vivir aquí, antes de que la ciudad comprara el edificio, comerciaba con Roma e Italia. El Kaisersaal y sus 52 cuadros de emperadores y reyes alemanes es especialmente digno de ver. En los grandes eventos, los invitados célebres suelen salir al balcón del Kaisersaal.
Bamberg
El antiguo ayuntamiento de Bamberg se encuentra en medio del río Regnitz y marca la antigua frontera entre la ciudad episcopal de la montaña y la ciudad burguesa de la isla. En el pasado, el clero residía en las colinas, mientras que los ciudadanos constituían su propio gobierno. Cuando quisieron construir un ayuntamiento, se dice que el obispo no les dio espacio, por eso lo erigieron en el río.
Rothenburg ob der Tauber
En esta localidad bávara el tiempo parece haberse detenido: aquí el visitante se siente como en la Edad Media. La mayoría de las casas de esa época se han conservado hasta nuestros días. Entre todos los edificios de entramado de madera, llama la atención el imponente ayuntamiento con su fachada renacentista. Si se quiere ver Rothenburg desde arriba, se pueden subir los 220 escalones de su torre.
Múnich
Quien visite Múnich no puede perderse el Nuevo Ayuntamiento. El edificio neogótico flanquea Marienplatz, el centro de la capital bávara. El ayuntamiento es muy conocido por su famoso carillón. Dos o tres veces al día, las 32 figuras hacen su gran espectáculo de danza como un reloj mientras numerosos espectadores se reúnen en la plaza y disfrutan de la función.