Los argentinos en Alemania, seguros de la victoria
1 de julio de 2010Antonio Bucak se marchó de Argentina hace 24 años para abrir en Hamburgo una cafetería, que porta por nombre "Buenos Aires" y que seguramente el sábado esté llena hasta la bandera. "Me alegro de recibir a todos los fans: a los argentinos y también a los alemanes", dice.
Inmediatamente después del triunfo de Argentina sobre México, Bucak colgó las banderas de su país natal y de su país de acogida en las paredes del local. El duelo de cuartos va a ser un gran partido, asegura, y en su local todo está preparado. A través de varios televisores podrá seguirse el decisivo encuentro. Con camisetas, gafas y otros utensilios en albiceleste, o tal vez incluso en negro, rojo y dorado, se encargarán los clientes de aumentar el colorido.
Comida típica argentina y cerveza Quilmes para refrescar las gargantas: así trata Bucak de acercarle un poquito la patria a los que están lejos. Y en cuanto a la polémica en torno al entrenador nacional, como buen argentino se mantiene al margen. "Maradona le ha dado a nuestro equipo mucha confianza en sí mismo y estamos muy orgullosos de su talento como jugador", opina.
"Yo quería que los alemanes ganasen contra los ingleses porque con Alemania tenemos una cuenta pendiente y queremos demostrar de lo que somos capaces", comenta Bucak, "y si se llega a los penales, Argentina puede imponerse y entonces en mi cafetería se va a cantar y a bailar toda la noche".
Don't cry for me Argentina
Pero por encima de todo, Bucak espera que el partido sea justo. Conservar el buen ambiente entre los argentinos y los "amigos alemanes" es para el gastrónomo muy importante, independientemente de quién gane. Muchos de sus clientes germanos mantienen algún vínculo especial con el país que dejó atrás hace más de dos décadas. "Aquí vienen alemanes que han vivido en Argentina, o parejas germano-argentinas que quieren disfrutar juntas del encuentro", cuenta.
También Oliver Pieper, periodista deportivo de la emisora de radio alemana Deutschlandfunk, conoció a su mujer durante una estancia en Córdoba. Poco después de volver a Alemania, le pidió que hiciera las maletas y se fuera a vivir con él a Europa. Hoy tienen tres hijos, todos apasionados del fútbol.
Los dos mayores, influenciados por los amigos, son más hinchas de Alemania que de Argentina, dice Pieper. Pero la pequeña, Celeste, se encuentra ahora mismo con su madre de vacaciones en Argentina y el alemán teme que los albicelestes puedan conquistarla: "la familia va a intentar por todos los medios convertirla en un fan de Argentina, y seguro que no van a ahorrar en dulces para conseguirlo", comenta entre risas.
Hace cuatro años, en señal de solidaridad con su esposa, Pieper se colocó la camiseta albiceleste. En esta ocasión, la portará debajo de la alemana. Esto no evitará, añade, que si Alemania gana en su casa suene Don't cry for me Argentina y su mujer reciba una llamada suya nada más finalizar el partido.
Don't cry for me Germany
"Café Sur" se llama el lugar de reunión predilecto de los argentinos en la ciudad alemana de Colonia. También allí verá el encuentro el matrimonio Pfeiffer-Malfitani: ella alemana, él un artista argentino. "¡Vamos, vamos Argentina. Vamos, vamos a ganar!", canta Guillermo Malfitani, calentando las cuerdas vocales para este sábado. "Estamos todos muy unidos y, por supuesto, muy nerviosos. Yo ya tengo preparadas mi bandera, mi trompeta y mi camiseta albiceleste, y estoy deseando que empiece la revacha de 2006", dice.
Que sus amigos alemanes le recuerden una y otra vez la derrota del último Mundial le parece normal a Malfitani. Sin embargo, el argentino no se queda corto de palabras y les responde que por aquel entonces un hombre llamado Diego Maradona todavía no se sentaba en el banquillo. "Es una diva, pero ningún otro entrenador transmite tantas emociones y tanto entusiasmo a los jugadores y al público como Diego", asegura.
El partido del sábado va a ser difícil. Los argentinos no son invencibles y el joven equipo alemán está muy motivado, reconoce Malfitani. Aún así, también este albiceleste está seguro de que, al final, "lo que va a sonar es el Don't cry for me Germany".
Autora: Steffi Waldschmidt/ Luna Bolívar
Editor: Pablo Kummetz