Lo "típico" alemán
30 de mayo de 2005Boris Becker acaba de afirmar en una entrevista que no es "un alemán típico", hecho al que él atribuye las simpatías que le profesan los británicos. "Los alemanes no tienen mucho sentido del humor, en especial cuando los chistes son a costa suya", sentenció el ex astro del tenis germano. Y, en este último punto, muchos comparten su opinión. La falta de humor, la testarudez y la convicción de saberlo todo mejor son características que se atribuyen a los alemanes, tanto como las virtudes de puntualidad y laboriosidad. Son parte de un cliché, que lleva al resto de la humanidad a pensar que los alemanes suelen usar pantaloncito corto de cuero, poseer un perro salchicha y beber cerveza empedernidamente.
Cerveza, chucrut y salchichas
Pero, ¿qué piensan los alemanes de sí mismos? Una encuesta representativa realizada por Gallup indica que a la mayoría se le vienen a la cabeza conceptos negativos cuando se le pregunta qué es lo típicamente alemán. Pasividad, complicación y frialdad emocional fueron los atributos mencionados con más frecuencia en forma espontánea. Cuando se ofrecen alternativas de respuesta, aparecen sin embargo virtudes como confiabilidad, orden y puntualidad.
A la hora de optar por lo más característico en materia gastronómica, las menciones más numerosas fueron: cerveza, chucrut y salchichas. Una prueba de que los alemanes creen en sus propios clichés. Afortunadamente hubo un 16% de los encuestados por Gallup que dijo no tener idea de lo que es "típicamente alemán". La sensatez está de su parte, considerando que en un país de más de 80 millones de habitantes, con influencias de todas partes del mundo, el prototipo germano no puede ser más que una ficción o una caricatura.
Culpa del idioma
Claro está que los lugares comunes tienen algún asidero en la realidad, por leve que sea. Los alemanes, efectivamente, aman la cerveza y las salchichas. El cliché de su falta de humor, en cambio, podría tener una explicación diferente. Según un psicólogo estadounidense, tal imagen se derivaría de la profusión de diéresis que tienen las palabras germanas. Al pronunciar esos sonidos, la comisura de los labios se contrae hacia abajo, lo que da al rostro una apariencia malhumorada. Los idiomas con muchas vocales abiertas, en cambio, confieren a sus hablantes un aspecto alegre y cordial, según esta teoría.
El tema, en todo caso, preocupa a los alemanes al punto de que un programa de televisión, realizado con el esquema de un concurso, intentó determinar las características más propias de esta nación. El resultado fue que muchos de los esquemas se rompieron, pero no se consiguió encontrar respuestas definitivas al dilema.¿Qué es lo "típicamente alemán"? Quizá sea justamente aquello que afirmar que no se es un alemán típico. Como Boris Becker.