Lo que está en juego en la franja de Gaza

El Tagesspiegel, de Berlín, opina: "Los colonos militantes se han revelado como ideólogos que anteponen sus convicciones religiosas al bienestar del Estado que los ha protegido y subvencionado como a ningún otro grupo social. Durante décadas, el espíritu pionero y la disposición al sacrificio de los colonos ejercieron una atracción mágica sobre muchos israelíes. Ahora les ha abierto los ojos el hecho de que las protestas se hayan transformado en revuelta y los colonos pongan en duda el monopolio de poder de la esfera política. Han tenido que comprender que su democracia no sólo se ve amenazada desde fuera, sino también por fanáticos del interior."

Esperanzas palestinas

Le Figaro, de París, apunta: "Cuando los palestinos vean que mejoran sus condiciones de vida, la violencia encontrará menos adeptos. Sin embargo, la supervivencia económica de Gaza depende de Israel. El puerto y el aeropuerto deben funcionar, mercancías y trabajadores deben poder atravesar la frontera. (...) La retirada no será un éxito si no les brinda a los palestinos la esperanza de que sus deseos se cumplan. Estados Unidos y la comunidad internacional deben estar dispuestos a contribuir para que éste no sea el punto final, sino el comienzo de un verdadero proceso de paz."

Embrión del estado palestino

The Telegraph, de Londres, comenta: "Los colonos israelíes protestan por principio. Ya es casi un ritual. Hasta ahora todo ha discurrido de manera relativamente pacífica, pero un grupo de radicales no cederá tan fácilmente. Las autoridades israelíes mandarán demoler las casas evacuadas por los colonos, para que los palestinos no puedan entrar triunfalmente en ellas. Pero no todos los edificios serán destruidos. Entre la OLP y Hamás se producirá una carrera por izar sus respectivas banderas en edificios públicos. Para el futuro de la región será importante quién gane allí (...). Sólo la bandera de la OLP debería ondear en la franja de Gaza. Esta zona empobrecida y acosada por terroristas no es precisamente ideal para fundar un nuevo estado. Pero justamente allí deberá madurar lentamente el embrión de un estado palestino. Sólo así podrá haber paz en el Medio Oriente."

Tareas pendientes

El Tagesanzeiger, de Ginebra, señala: "Todavía no se puede determinar si las consecuencias de esta evacuación tendrán carácter histórico. La devolución de 55 kilómetros cuadrados de terreno y el desplazamiento de las tropas israelíes un par de kilómetros no bastarán para modificar sustancialmente la vida de 1,3 millones de palestinos en la franja de Gaza. Todavía queda una serie de condiciones que cumplir por ambas partes para poder hablar de un éxito y un hito en el proceso de paz. Los palestinos deben velar por un traspaso ordenado, canalizar las luchas de poder entre diversas facciones por la vía legal e impulsar el proceso político mediante elecciones legislativas. Los israelíes deben garantizar libertad de movimiento para personas y bienes, para posibilitar un nuevo comienzo económico en la empobrecida franja de Gaza."