Llegó la primavera y también el polen

Una abeja llena de polen se prepara para abordar un girasol floreciente en un campo de Fráncfort del Oder, en Alemania. Los polinizadores son animales que mueven el polen de una antera masculina al estigma femenino, ayudando a la fertilización. Los más conocidos son las abejas, aunque muchos otros insectos y animales, incluidos murciélagos y aves, cumplen la misma tarea.

Pequeñas islas de polen se acumulan sobre el techo de un automóvil en Stuttgart. En los últimos días, la cantidad de polen de abeto ha sido muy alta, según los registros oficiales. "Este año ha habido condiciones ideales", dice Christina Endler, del Servicio Meteorológico Alemán. "Estuvo seco, hubo mucho sol y viento ligero", explicó.

Cada nogal tiene una parte masculina y una femenina, es decir, es una especie monoica, para usar el término correcto. No dependen de polinizadores, sino que dispersan su polen gracias al viento. Todas las variedades de nogales se fertilizan a sí mismas, lo que significa que -teóricamente- el polen puede viajar desde la parte masculina a la femenina del mismo árbol.

Esta niebla amarilla es polen de los bosques de coníferas que es arrastrado por el viento cerca del lago Niedersonthofen, en Baviera. Como norma general, los meteorólogos dicen que, mientras más cálido es el invierno, más rápido comienza la temporada de polen. Según un estudio del alergólogo Leonard Bielory, la cantidad de polen podría duplicarse de acá al año 2040 debido al calentamiento global.

Los castaños producen tanto buena sombra como sus conocidos frutos, famosos por ser consumidos asados cuando el invierno está en su apogeo. Estos árboles de hoja caduca no pueden polinizarse solos. Para ello confían en el viento y los insectos, que se encargan de mover el polen de un árbol a otro.

La propagación del polen en primavera puede ser todo un espectáculo. La expresión "el bosque está floreciendo" se refiere al fenómeno causado por el polen de las coníferas, generalmente generado por abetos que llenan el aire con polen al punto que afectan la visibilidad. La mejor opción si lo que se quiere es presenciar este espectáculo de la naturaleza es esperar a que el tiempo esté seco.

Se estima que una sola abeja tiene contacto con unas 5 mil flores por jornada. El polen se pega a ellas y así el insecto lo dispersa en otras flores, permitiendo que el proceso de polinización se haga realidad. ¿Son las mejores celestinas de la naturaleza? Quizás, pero lo hacen sin querer. En realidad lo que buscan las abejas y otros polinizadores es algo para ellos: néctar.

Apenas el viento sacude las plantas y el polen vuela, los alérgicos sufren las consecuencias. La rinitis alérgica, que es el nombre de este problema, se produce cuando el sistema inmune de una persona sobrerreacciona a la presencia de polen y lo ataca por error, como si fuera un parásito. Como resultado, el paciente estornuda, en un intento por expulsar algo que en realidad es inofensivo.

Los alemanes más atentos han visto que enormes cantidades de polen amarillo se acumuló en las últimas semanas en todas partes, en gran medida debido a la producción de pinos y abetos. Esto ha sido causado por el tiempo particularmente seco y ha dado forma a imágenes como la de esta foto, tomada en Renania del Norte-Westfalia, donde vemos los residuos de polen en la calle.

A todos nos gusta ver un campo de maíz floreciente como el que vemos en la foto. Lindo, sí. Pero, como sea, debemos prepararnos para una creciente cantidad de polen debido al cambio climático. Según el estudio del alergólogo Bielory, los conteos de polen (medición del número de granos de polen por metro cúbico de aire) promedió en el año 2000 8.455. Para 2040, esa cifra podría superar los 21.000.