Llegó el futuro de Mario Gómez
4 de junio de 2011En Viena los alemanes jugaron uno de los peores partidos de su historia reciente, la victoria, como reconoció públicamente el entrenador Joachim Löw, fue “afortunada, y la verdad ya no contábamos con ella”. Junto con Gómez, Löw se constituyó en el segundo gran protagonista de la noche, sus decisiones estratégicas por poco le cuestan tres puntos muy importantes a Alemania, que ya se puede dar por clasificado a la Eurocopa 2012 luego de encarrilar su sexta victoria en seis partidos en la ronda eliminatoria.
Ya no más suplencia
La historia de Mario Gómez con la selección alemana parece por fin estar tomando el rumbo que todos pronosticaban hace algunos años, y que muchos, evaluando cómo se había desarrollado la carrera del delantero del Bayern, ya habían corregido situándolo detrás de Miroslav Klose, cuyo retiro parecía ser la única verdadera oportunidad del hispano-alemán de acceder a la formación titular.
Por eso resulta paradójico que la primera aparición de Mario Gómez como titular en un partido oficial de Alemania en casi 20 meses -el último ocurrió el 14 de octubre del 2009- se originara en la baja de Klose por culpa de una lesión en la costilla. Aún más curioso es que ello ocurriera en el mismo estadio, y contra el mismo rival, en el que jugando el partido de cuartos de final de la Eurocopa 2008 fracasó y decepcionó a quienes esperaban de él, en aquel entonces, la maquina goleadora que es hoy.
Pero las cosas han cambiado radicalmente: en el Bayern, Klose es el suplente y Gómez es actualmente el máximo artillero de la Bundesliga, además con Alemania ha anotado tres goles en los 2 partidos más recientes, acumula con la selección 18 tantos en 45 partidos y en la temporada con su club, un récord aún más impresionante, consiguió en igual número de partidos 39 goles.
Todas ellas son razones más que suficientes para que también el entrenador alemán haya modificado su opinión y ahora pregone “Mario Gómez ha sido para mi siempre un titular”; el que jugaba era, sin embargo, su colega Miroslav Klose, y por ello Löw adelanta modificaciones tácticas: “contra Austria me hubiera gustado jugar un 4-4-2 con Gómez y Klose juntos”, algo que no ocurre desde hace un par de años, pero que parece ser el futuro inmediato de la selección alemana.
El desorden táctico
Pero así como para Gómez sólo llueven elogios, para el entrenador Löw lo que no paran son las críticas; a él, por el inusual manejo de la plantilla, se le hace responsable de la pésima presentación de Alemania ante Austria en un partido que, desde la perspectiva teutona, ingresará a los registros de la historia futbolística más como objeto de análisis sobre lo que se hizo mal, que como un motivo para alegrarse.
La primera decisión inexplicable fue la de presentar a Sami Khedira como titular pese a que el medio defensivo del Real Madrid viene recuperándose de una lesión y no tiene aún suficientes minutos de fútbol en las piernas; pero aún más incertidumbre causó que Löw dejara todo el tiempo en el banco de suplentes a Simon Rolfes (un volante de contención) y cuando retiró a Khedira del campo ingresara a un central (Holger Badstuber) moviendo al que estaba jugando (Mats Hummels) a la zona de volantes.
Los últimos 20 minutos los jugó Alemania, fruto de ese cambio posicional, con un enorme hueco en la mitad de su terreno, donde no controló el balón, invitando a Austria a ejercer un dominio espacial que no supo aprovechar. Los anfitriones se dieron cuenta de su superioridad pero en vez de utilizarla a su favor lucieron satisfechos con un empate a un gol que Alemania, o mejor Mario Gómez, no les regaló transformando al cierre del partido un 1-1 en un 2-1. Una victoria “afortunada”.
Autor: Daniel Martínez
Editor: Pablo Kummetz