Libia: otro intento de paz en la conferencia de Berlín
14 de enero de 2020Primero Moscú, y dentro de unos días, Berlín. Las negociaciones internacionales para la resolución del conflicto en Libia pasan a la siguiente ronda. Alemania, en acuerdo con el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, celebrará una conferencia internacional el próximo domingo. El objetivo es apoyar los esfuerzos de la ONU por una Libia soberana y un proceso de reconciliación en el país norteafricano, anunció el gobierno alemán.
A principios de esta semana, el gobierno ruso invitó a conversar a los dos principales oponentes libios, el primer ministro Fayed al Sarraj y el general Jalifa Hafter. Al Sarraj encabeza el gobierno reconocido internacionalmente, mientras que Hafter está vinculado con el parlamento elegido en 2014, que tiene su sede en Tobruk.
Inicialmente parecía que los dos actores llegarían a un entendimiento, pero el general Hafter abandonó las conversaciones lideradas por Rusia y Turquía sin firmar el acuerdo ya firmado por al Sarraj.
El cálculo del general Hafter
"Probablemente Hafter supuso que solo había perdido tiempo al firmar el documento”, dijo el experto en Libia Andreas Dittmann, del Instituto de Geografía de la Universidad de Gießen. A su juicio, Hafter pudo haber temido que sus oponentes no respetaran el acuerdo debido a que el gobierno de Trípoli tiene poco poder sobre las tropas allegadas que lo respaldan. "Estas consisten en gran medida en milicias muy diferentes, muchas de las cuales pueden atribuirse a movimientos islamistas como los Hermanos Musulmanes". Si Hafter hubiera frenado a sus propias tropas, habría permitido a Turquía proporcionar más suministros a las milicias rivales.
El gobierno turco lleva varias semanas brindando apoyo militar al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de al Sarraj. Aunque este es reconocido por la gran mayoría de los Estados y la ONU, no fue elegido por los libios. "La comunidad internacional optó inicialmente por al Sarraj, suponiendo que se impondría en la lucha por el poder al interior de Libia. Las elecciones ordenadas, según el cálculo, se llevarían a cabo más tarde", comentó.
Mientras tanto, la situación es diferente. El general Hafter y sus tropas controlan la mayor parte del área geográfica de Libia, con excepción de la región de la Tripolitania, donde vive la mayoría de los ciudadanos del país.
Tim Eaton, experto en Oriente Medio del think tank londinense Chatham House, dice que Hafter está en una posición fuerte. El GNA es apoyado básicamente solo por Turquía. "Por otra parte, Hafter, que cuenta con el apoyo de varios países (Rusia, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Francia), tiene mucho más margen de maniobra".
Desilusión en Moscú
Especialmente en Moscú, el general Hafter fue considerado durante mucho tiempo el garante de los intereses rusos en Libia. En tiempos del dictador Gadafi, el Kremlin fue uno de los socios más importantes del país norteafricano, dice Andreas Dittmann. "Tanto la Unión Soviética como, más tarde, Rusia tuvieron estrechos lazos con Trípoli". Pero luego Moscú se dio cuenta de que Libia estaba bajo una creciente influencia occidental, y desde entonces apoyó al general.
Pero, ahora que Hafter se ha negado a firmar el acuerdo de alto el fuego, Moscú podría reconsiderar su posición respecto a él, sugiere Tim Eaton: "Porque Hafter también dejó en entredicho públicamente las habilidades personales de mediación de Putin”.
Nuevo intento en Berlín
Después del ruso, el gobierno alemán intenta ahora convencer a los dos opositores de que acepten un alto el fuego. Los actores internacionales más importantes en el conflicto ya han aceptado participar: representantes gubernamentales de EE. UU., Rusia y Turquía, así como de Francia, Italia, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos acudirán a Berlín. Según el gobierno alemán, la UE, la Liga Árabe y la Unión Africana también estarán representadas. Queda por ver si al Sarraj y Hafter también acudirán.
Las posibilidades de éxito de la conferencia no son malas, dice Dittmann. Al parecer, se ha aprendido de los errores de las primeras conferencias de Siria. Durante mucho tiempo, no todos los participantes fueron invitados. Por ejemplo, Irán permaneció fuera a pesar de su papel como uno de los principales partidarios del régimen de Assad. Un error que al parecer no será cometido en la siguiente conferencia de Libia en Berlín.
"Una guerra de poder europea”
"Esto no significa, sin embargo, que todas las cartas estén abiertas sobre la mesa. No solo los rusos tienen intereses en Libia, los jugadores occidentales también persiguen objetivos concretos", dice Dittmann. Pero son muy diferentes. Por ejemplo, Francia e Italia compiten por las exportaciones de petróleo libio. Francia apoya ampliamente a Hafter al respecto. El general libio tiene a su disposición aviones franceses con pilotos de los Emiratos Árabes Unidos, que a su vez habrían sido entrenados en Francia. "Básicamente, en Libia también se está llevando a cabo una guerra de poder europea", afirma Dittmann.
Sin embargo, el objetivo más importante de la UE no es el acceso al petróleo, sino una migración ordenada. Desde la caída de Gadafi, el país ha sido un caos; los traficantes de personas utilizan Libia como zona de tránsito para los migrantes que buscan refugio en Europa. Esta es otra de las razones por las que Bruselas está muy interesada en la estabilidad de Libia.
(ee/er)
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