Libertad de prensa

El presidente de la SIP y director del diario peruano La República, Gustavo Mohme, llegó a la ciudad de Bonn invitado a participar en el Global Media Forum, organizado por Deutsche Welle, que dedicó este año un foco especial a los medios y la política exterior en la era digital.

En conversación con DW, Mohme asegura que el principal objetivo de la SIP, que reúne a 1.400 medios asociados en el continente americano (y algunos españoles), es la libre expresión más allá de las ideologías. Mohme reconoció que el periodismo tiene muchos obstáculos, pero donde peores condiciones enfrenta es en los países en donde hay una mordaza oficial.

¿Cuáles son los países que preocupan más a la SIP?

Sin duda uno de ellos es Venezuela. Es un país en donde la libertad de prensa ha sido cercenada. No hay medios libres y los pocos periodistas independientes que ejercen, lo hacen en condiciones heróicas porque tienen limitaciones hasta para conseguir papel. Son perseguidos judicialmente, intimidados por la policía. La corrupción es tremenda y el Estado ha comprado muchos medios. Hoy en día casi la mitad de los medios está bajo control del gobierno venezolano. Es una situación muy compleja en un país que cuenta con una de las más altas tasas de homicidios y una inflación altísima. Al régimen le interesa que no exista una prensa libre porque es la que denuncia y señala.

¿Y cuál es la situación en Ecuador?

Ahí hay un presidente que ha establecido una especie de “Comisión de Comunicaciones“ a través de la cual el gobierno se ha convertido en el juez que censura qué es bueno y qué es malo. Ordena cambiar titulares y puede cuestionar hasta una caricatura. Estableció una ley de medios (Ley Orgánica de Comunicación) que es una aberración en nuestra era. El presidente Correa se ha erigido como el único intérprete de la ciudadanía y en consecuencia todo el que se le enfrente y todo el lo que lo cuestione será perseguido por el aparato del Estado. No ha llegado a los niveles de Venezuela, pero está en camino.

¿Pueden esperarse cambios en Cuba?

Enviamos una carta abierta al presidente Obama y a Raúl Castro con motivo de la Cumbre de las Américas en Panamá, que salió casi en todos los medios, pidiendo que incluyeran en la agenda los derechos humanos y el tema de la libertad de expresión. En Cuba no existen los medios de comunicación, el único es el diario oficial Granma.

¿Ha habido alguna reacción?

Es un proceso lento, el régimen empieza a dar señales de apertura. El interés nuestro es que se ponga énfasis en eso porque más allá que haya centros comerciales o partidos de béisbol, queremos libertades.

¿Cuál es la situación de los periodistas en Cuba?

Hay tres periodistas presos. No se ejerce el periodismo, los pocos que trabajan como Yoanni Sánchez, que es nuestra vicepresidenta en Cuba, lo hacen con muchas dificultades. Pero hay un espacio incipiente. A nosotros no nos interesa tanto qué es lo que dicen, sino que lo digan. Que exista la posibilidad de que los ciudadanos accedan a toda la información posible y que tomen las decisiones que tengan que tomar y que lo hagan en libertad.

En otros países el peligro es el crimen organizado que mata periodistas…

En México, Colombia, Brasil, la amenaza proviene del narcotráfico, y otras organizaciones criminales. Pero también hay un aspecto fundamental que es la corrupción. El periodismo debe mantener su distancia de las esferas del poder político y económico.