¿Liberación femenina?
7 de marzo de 2003Alemania, un país industrializado y ejemplar en muchos aspectos, se encuentra a la zaga de otros países europeos en lo que respecta a la situación de la mujer. Las mujeres alemanas siguen estando escasamente representadas en los altos niveles de decisión, ya sea en el ámbito político, económico o académico. Según el partido de Los Verdes, las mujeres todavía son discriminadas salarialmente. En promedio, éstas perciben tan sólo un 76% del salario que reciben sus colegas masculinos.
Buena parte del problema se deriva de la falta de una política familiar que permita a las mujeres combinar el papel tradicional de ama de casa y madre de familia con el ejercicio de una carrera profesional. Tal vez por ello, el 40% de las mujeres entre 35 y 39 años no tienen hijos. La ministra de la Mujer y la Familia, Renate Schmidt, calificó como inhumana la disyuntiva a la que se ven confrontadas muchas mujeres: carrera o familia. La ministra socialdemócrata exhortó a mejorar la calidad y cantidad de jardines de niños y centros de atención infantil.
Una de cada tres cría hijos
No hay suficientes trabajos de medio tiempo y la poca flexibilidad en el mercado laboral, impide que los trabajadores padres de familia, compartan con las mujeres la atención de los hijos. Según la Oficina Federal de Estadística, una de cada tres mujeres tiene hijos y se ocupa de su crianza. Sin embargo, las cifras muestran un estilo de vida diferente entre el este y el oeste de Alemania.
Mientras que en la parte occidental del país un 82% de las mujeres mayores de 18 años está casada, sólo un 71% de la población femenina en el este del país vive en unión conyugal. En la antigua República Democrática Alemana, el 92% de las mujeres trabajaban, ahora lo hacen tan sólo un 35%.
Renacimiento familiar
En un país donde el índice de natalidad es bajo y la población envejece, la ecuación entre familia y economía es clave. ¿Como mantener el futuro sistema de bienestar social si falta mano de obra?
Tal parece que la población joven ya no quiere seguir la lucha por la emancipación femenina y prefiere volver a los valores tradicionales. Según estudios recientes, la mayoría de las jóvenes menores de 25 años prefiere formar una familia y tener hijos.
Pero son las mujeres mayores las que entienden el renacimiento de este concepto familiar como un golpe al trabajo político de toda su vida "No permito que me convenzan de ningún complejo de culpa de orden demográfico", protesta la ex-presidenta de Los Verdes, Claudia Roth, de 46 años, sin hijos. "No queremos ser reducidas a la cuestión de cómo tener más hijos para, de paso, cubrir los baches del mercado laboral".