León alemán abatido en Camerún
18 de noviembre de 2004Jürgen Klinsmann ha logrado lo que poco entrenadores de la selección alemana de fútbol: haber salido invicto de sus cuatro primeros partidos. La victoria por 3 a 0 sobre Camerún, en el encuentro disputado el miércoles en Leipzig, le ha valido una lluvia de elogios al responsable de la escuadra germana. En cambio, le costó la cabeza a su colega Winfried Schäfer.
Los grandes perdedores
El entrenador del once camerunés, hasta ahora conocido en ese país africano como el “león alemán”, ha sido despojado de cetro, corona y cargo. La época de gloria del fútbol camerunés, que llegó a convertirse en una revelación mundialista, parece haber quedado muy atrás. Y no se le puede achacar toda la culpa al técnico germano, como quedó en evidencia ayer en Leipzig: poco antes del partido, los jugadores pasaron cerca de una hora discutiendo con los ejecutivos sobre sus retribuciones económicas. Según Schäfer, “el quipo quería incluso boicotear el encuentro, debido a los sueldos impagos”. Y esa, ciertamente, no es la forma de lograr triunfos deportivos.
El “león indomable” no es, en todo caso, el único entrenador alemán al que la fortuna le ha dado la espalda este año. Berti Vogts, ex jefe de la selección nacional germana, renunció a dirigir la escuadra escocesa el 1 de noviembre. También su partida tuvo un sabor amargo, ya que fue precedida por una serie de animosidades que subieron de tono debido al penoso rendimiento deportivo del equipo. En un total de 31 partidos internacionales, Vogts consiguió sólo 8 victorias.
Depositarios de esperanzas
Por el contrario, otro alemán conoció meses atrás las glorias del Olimpo futbolístico: Otto Rehhagel, el entrenador que llevó a la victoria a la selección griega en la Eurocopa 2004. También él se granjeó la veneración pública y el apelativo de “rey”. Pero ni siquiera la vida de un monarca es siempre grata, menos cuando las expectativas de los súbditos se acrecientan con miras al mundial del 2006. Después de haber pasado momentos de angustia, el triunfo por 3 a 1 obtenido ante Kazajstán permitió a Rehhagel respirar nuevamente con alivio: Grecia aún puede clasificarse.
Aliviado debe sentirse también el alemán Lothar Matthäus, quien parece haber vuelto a encontrar la senda del éxito con su equipo nacional húngaro. El 2 a 0 obtenido en Malta también mantiene abierta su opción para la Copa del Mundo que se jugará en Alemania. Por lo menos él sigue en la lid, a diferencia de otro germano que buscó la fama en el extranjero: Bernd Stange, hasta abril entrenador de la selección iraquí. En su caso, no fueron las vicisitudes deportivas las que lo forzaron a retirarse, sino la inseguridad imperante en Irak.