Letonia, ¿ejemplo para la eurozona?
11 de julio de 2013El primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis, parece conocer el rumbo que debe tomar un país para salir de la crisis. Está en contra de un crecimiento basado en generar deudas, y pone en marcha reformas estructurales profundas y, de ser necesario, dolorosas. La clase política letona considera que su país es un alumno modelo de Europa y se alegra de las altas tasas de crecimiento, por el equilibrio en su presupuesto fiscal y sobre el próximo ingreso de Letonia en la eurozona, en enero de 2014.
“El euro no es un fin en sí mismo, sino un instrumento en manos del Gobierno que posibilita un mayor crecimiento económico”, dijo la eurodiputada letona Idese Vaidere, que fue docente de Ciencias Económicas en la Universidad de Letonia. Los letones están, según ella, convencidos de que una gran área monetaria común como la eurozona atrae más a los inversores que las nacionales, dice Vaidere, una opinión que comparte el exministro de Economía del país del Báltico, Krisjanis Karins, eurodiputado que representa en el Parlamento a la coalición del Gobierno letón. “El ingreso a la eurozona reduce el riesgo de invertir en nuestro país”, señala Karins. En el vecino Estonia, las inversiones extranjeras casi se duplicaron en los últimos dos años, y Letonia espera beneficiarse del mismo modo.
Terapia de schock en lugar de ayuda del extranjero
Letonia trabajó duro para poder pasar a formar parte de la comunidad monetaria europea. Hace cinco años solo pudo esquivar la bancarrota gracias a créditos de emergencia de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Como contrapartida al rescate multimillonario, Letonia tuvo que tomar un drástico curso de austeridad. En 2009, los salarios de ese país fueron recortados en un 30 por ciento. Los gastos estatales, en un 20 por ciento, y muchos empleados del Estado fueron despedidos. El desempleo llegó a alcanzar niveles récord, pero el Gobierno de Dombrowski siguió llevando a cabo sin dudar sus medidas de ahorro y saneamiento, algo que ahora da sus frutos. Este año, Letonia calcula que tendrá un crecimiento del cinco por ciento que, además, será sostenible, subraya Krisjanis Karins. Conclusión: “No podemos seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades durante mucho tiempo, eso es una realidad que se aplica a todos los países de Europa”, señaló el exmininistro de Economía.
Consenso político como condición para reformas
“La diferencia entre nuestro país y otros países europeos es, obviamente, que somos una economía pequeña pero muy abierta, por lo que podemos impulsar nuestro crecimiento a través de la exportación”, opina Karins. Sin embargo, lo importante del ingreso a la eurozona es, según la economista Idese Vaidere, el consenso suprapartidario con respecto a las reformas de los últimos años. Si bien en Letonia se produjeron protestas contra las dolorosas reformas, los partidos políticos más importantes apoyaron y sustentaron el curso de austeridad, así como los sindicatos. Eso sería un buen punto de partida para los países en crisis del sur de Europa, dice Vaidere.
Letonia, ¿paraíso fiscal?
“Si me permiten una recomendación para Grecia, la gente debería no solo salir a la calle a protestar, sino también pensar qué pueden hacer para disminuir los gastos estatales”, explica la experta. Letonia redujo el porcentaje de sus gastos fiscales en cerca de un 50 por ciento, lo que significa que el potencial de ahorro aún no se ha agotado. El páis del Báltico aprobó recientemente un paquete de leyes que son controvertidas a nivel europeo, ya que rebajan drásticamente el impuesto al capital y, en consecuencia, atrae grandes capitales de la ex Unión Soviética, lo que puede llegar a crear una burbuja en el sector bancario letón.
Autor: Jannis Papadimitriou/ CP
Editor: Enrique López