Venezuela: continúa juicio penal contra Leopoldo López.
17 de febrero de 2015Tras ser acusado de incitar protestas que culminaron con daños a la propiedad pública el 12 de febrero de 2014, el dirigente opositor venezolano Leopoldo López se entregó a las autoridades para refutar los cargos en su contra; una decisión criticada por quienes intuían que el Gobierno de Nicolás Maduro usaría su influencia sobre la Justicia local para mantenerlo tras las rejas durante mucho tiempo. Este miércoles (18.2.2015), exactamente un año después de su encarcelamiento, tendrá lugar en Caracas la próxima audiencia del juicio que se le sigue a López. Deutsche Welle habló con su abogado defensor, Juan Carlos Gutiérrez.
Deutsche Welle: ¿Exactamente qué delitos se le imputan al dirigente opositor Leopoldo López?
Juan Carlos Gutiérrez: A Leopoldo López se le imputan los delitos de incendio y daños en grado de determinador; es decir, se le señala como autor intelectual de esos delitos, alegando que su discurso indujo subliminalmente a un grupo de estudiantes a prenderle fuego a un edificio de la Fiscalía y a vehículos policiales el 12 de febrero de 2014. Sobre López pesa también el cargo de instigación pública; a él se le acusa de instar a desobedecer la ley, de atizar el odio de la población y de enfrentar a los ciudadanos unos contra otros. Además, la Fiscalía sostiene que López pertenece a una organización criminal.
¿A qué organización criminal pertenecería Leopoldo López, según la Fiscalía venezolana?
Aunque ese es uno de los elementos más importantes del caso, la Fiscalía nunca ha dicho a qué organización criminal se refiere. La Fiscalía no ha dicho quiénes son los otros miembros de esa presunta red de delincuencia organizada, ni cuál es su actividad u objetivo, ni cómo está estructurada, ni cómo se financia, ni cómo opera y tampoco ha presentado evidencias ciertas al respecto. De hecho, las autoridades ni siquiera se han atrevido a sugerir que la organización criminal en cuestión es Voluntad Popular, el partido al que pertenece López. Ese partido es reconocido hasta por la Internacional Socialista.
¿Cuáles son los argumentos y desafíos más importantes para los abogados defensores de Leopoldo López?
Nuestra estrategia es sencilla: decir la verdad, basada en la conducta ciudadana y la actuación política de Leopoldo López, y en todas las evidencias que hemos recopilado. La convocatoria que López hizo el 12 de febrero de 2014 –aquel llamado a protestar pública y pacíficamente– y las constantes críticas que le ha hecho al Gobierno son formas de ejercer su derecho a la libertad de expresión. Siendo la política el oficio de López, es importante recordar que tanto el pluralismo como el disenso político son aspectos fundamentales de la democracia y de la Constitución venezolana.
Y los desafíos que enfrentamos son las numerosas restricciones que nos ponen sistemáticamente para imposibilitar nuestro trabajo: desde la negativa de la Fiscalía y de todos los jueces a aceptar nuestro cúmulo de evidencias hasta los diecinueve recursos de apelación que hemos tratado de introducir y que las autoridades han desestimado, pasando por esa carrera de obstáculos en que se convierte cada visita a Leopoldo López en la cárcel de Ramo Verde. Allí nos revisan todos los documentos sin respeto alguno por el derecho a la confidencialidad y colocan cámaras para grabar nuestras conversaciones, por ejemplo.
También llama la atención el hecho de que el juicio a Leopoldo López avance tan accidentadamente…
El acervo probatorio de la Fiscalía es de 108 testigos y, hasta ahora, 38 han sido recibidos. Pero debo decir que el proceso se ha acelerado. La fase de enjuiciamiento oral, que comenzó en agosto de 2014, contemplaba dos audiencias por mes en las que se recibían de tres a cinco testigos por sesión. Pero desde enero de 2015 se están realizando tres audiencias por semana y se reciben entre ocho y diez testigos. Eso apunta a que el tribunal y el Gobierno sí tienen interés en que el juicio termine lo antes posible; ojalá que eso no se deba a motivos políticos o ilegales.
Usted ha exigido que las audiencias sean públicas. ¿Qué han dicho al respecto las autoridades judiciales?
Nosotros exigimos desde el principio que las audiencias orales fueran públicas porque así lo establece el artículo 257 de la Constitución venezolana, pero nuestra demanda no fue satisfecha. Primero se prohibió el acceso de periodistas a las sesiones, luego el de ciertos miembros de la familia López y, últimamente, el de observadores internacionales. Y aquellos con autorización para entrar a la sala de juicio deben pasar por cinco alcabalas –tres militares y dos policiales– para llegar al Palacio de Justicia. Estamos esperando a que la jueza dé fe, por escrito, de que ella no ordenó esas prohibiciones.
Usted advirtió que solicitaría la anulación del juicio si las audiencias siguen teniendo lugar a puerta cerrada. ¿Pueden Leopoldo López y sus defensores realmente darse el lujo de ver anulado el proceso a estas alturas?
Esa es una buena pregunta. Si se decreta la anulación del juicio y Leopoldo López sigue siendo privado de su libertad, nosotros habríamos aplicado una pésima estrategia de defensa. Pero lo correcto es que, frente a una causa de nulidad absoluta contra el proceso, López sea liberado inmediatamente. De esa manera, el juicio puede continuar con las respectivas correcciones de carácter procedimental, pero con López en libertad. Ni López ni sus abogados le tenemos miedo al juicio. Cabe recordar que López se presentó ante la Justicia voluntariamente para enfrentar los cargos que se le imputaron.
Hace poco se anunció que el parlamentario canadiense Irwin Cotler respaldaría a la defensa de López. ¿Cuándo viajará Cotler a Caracas y qué aportes esperan que Cotler haga a la defensa?
Todavía no sabemos cuándo vendrá a Caracas, pero lo estamos esperando con los brazos abiertos porque su experiencia en Derecho Internacional será de gran ayuda en el ‘caso López’. Aunque todos nuestros recursos de apelación han sido rechazados por la Justicia venezolana, hemos ganado todos los casos presentados fuera del país. Organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han certificado que López es un preso de conciencia y que el suyo es un caso típico de violación de derechos humanos.
Cuando llegue a Venezuela, Cotler nos asesorará en materia de estrategia. Esperamos poder aprender mucho de su experiencia como defensor del legendario líder opositor sudafricano Nelson Mandela y otros presos políticos. Aunque él no podrá litigar activamente en Venezuela, estará en el país por un tiempo determinado con miras a entrevistarse con Leopoldo López, asistir a las audiencias y conocer de primera mano las arbitrariedades que tienen lugar en este juicio. Cada vez que la Fiscalía intenta argumentar queda claro que no hay elemento alguno que establezca la responsabilidad penal de López.
Desde que la ONU instó al Gobierno venezolano a liberarlo, es el propio López quien se niega a asistir a las audiencias pautadas. ¿Puede su renuencia a ir a la corte revertirse en su contra?
El tribunal ha tachado de ‘contumaz’ la conducta de López, pero la Carta Magna establece que su decisión no puede ser usada en su contra: un imputado no está obligado a asistir al juicio ni a declarar o a incriminarse a sí mismo. La de López es una forma de protesta legítima para que la corte cumpla con la petición de la ONU. Después de todo, los pactos internacionales suscritos por el Estado venezolano y el artículo 31 de la Constitución nacional le dan a esa petición un carácter vinculante. Nosotros hemos exigido que el tribunal siga convocándolo porque hay determinadas audiencias a las que a López le convendría mucho asistir.
Más allá de las solicitudes de liberación emitidas por el Comité contra la Tortura y el grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de las Naciones Unidas, ¿qué importancia tiene para su defensa la presión internacional ejercida para que López sea liberado?
Todos los pronunciamientos de intelectuales, políticos, artistas y personalidades de escala internacional –incluido el del Papa Francisco– han sido incorporados al expediente del caso y apoyan la solicitud constante de la defensa de que López sea liberado. Para nosotros es importante que el tribunal sepa que el ‘caso López’ es percibido internacionalmente como un ejemplo de violación de derechos humanos y que, en ese sentido, la juez que lo mantiene tras las rejas, los fiscales que armaron un caso sin tener evidencias y los militares que lo custodian llevan responsabilidad sobre sus hombros.
¿Depende el destino de los otros sesenta detenidos por las protestas de 2014 de la suerte que corra López?
Demostrar que Leopoldo López no incurrió en los delitos que se le imputan tendrá un impacto directo sobre los casos de las otras personas privadas de libertad por los sucesos del 12 de febrero de 2014. En el juicio ya ha quedado bien establecido que no existe una vinculación, previa a los hechos, entre López y los estudiantes detenidos. Todavía falta mucho para terminar este juicio, pero, más que tener esperanza, yo tengo confianza en que todo saldrá bien para Leopoldo López. Estoy convencido de que tenemos un caso en las manos y de que Leopoldo López será liberado pese a las manipulaciones del Gobierno venezolano.