Leopoldina, institución de confianza de Angela Merkel
14 de abril de 2020¿Qué es la Leopoldina?
La Leopoldina, fundada en 1652, es una de las sociedades científicas más antiguas del mundo. Desde 2008 pasó a llamarse Academia Nacional de Ciencias de Alemania. Su nombre se debe al emperador Leopoldo I, quien la nombró Academia Imperial en 1687.
La Leopoldina se halla bajo el auspicio del presidente alemán desde 2008. Tiene su sede en la ciudad de Halle an der Saale, en el este de Alemania. Está financiado en un 80 por ciento por el Gobierno alemán y en un 20 por ciento, por el gobierno regional de Sajonia-Anhalt.
Los más de 1.500 miembros de la academia fueron seleccionados en base a sus sobresalientes logros científicos. Los más conocidos del pasado fueron investigadores como Albert Einstein, Charles Darwin, Max Planck, Marie Curie y Niels Bohr.
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¿A quién asesora la Leopoldina?
En su declaración de principios se establece que la academia "tiene dos objetivos principales: representar a la comunidad científica alemana internacionalmente y aportar consejos políticamente sólidos a la política y a la opinión pública".
Esta debe asesorar a los responsables de los que toman decisiones políticas sobre cuestiones sociales relevantes, independientemente de los intereses económicos o políticos. Sin embargo, son solo sugerencias: los políticos son, en realidad, los encargados de tomar las decisiones. Ahora y por el nuevo coronavirus, las propuestas también sirven como base para la decisión de la canciller, su Gobierno y los primeros ministros de los 16 estados federales alemanes.
En el pasado reciente, el asesoramiento de Leopoldina tuvo un gran impacto en la política climática alemana. En su declaración de objetivos, la Leopoldina también enfatiza el carácter internacional de su labor. Alrededor del 25 por ciento de sus miembros proviene del extranjero. La institución trabaja en estrecha colaboración con los organismos pertinentes en diferentes países, por ejemplo, la Royal Society, en el Reino Unido, y la National Society of Sciences, en Estados Unidos. Los resultados de la investigación de Leopoldina fluyen en la política científica no solo en Alemania, sino en todo el mundo.
¿Qué papel juega la Leopoldina en la pandemia del nuevo coronavirus?
A mediados de abril de 2020, los políticos decidirán en qué condiciones se pueden relajar las medidas restrictivas por el coronavirus en Alemania y si se puede normalizar la vida pública gradualmente, a partir del 19 de abril.
La canciller Merkel ya había aclarado de antemano qué propuesta científica quería, especialmente, tomar en cuenta: "Para mí, un estudio muy importante será el de la Academia Nacional de Ciencias Leopoldina", dijo Merkel antes de Pascua.
El centro ya se había ocupado del tema del nuevo coronavirus SARS CoV-2, incluso cuando no se habían reportado infecciones en Alemania.
Por sus propuestas, los políticos decidieron restringir, en gran parte, la vida pública en Alemania desde marzo, para frenar la propagación de COVID-19 en Alemania. También recomendó el aumento de las pruebas de coronavirus de manera masiva entre la población. En la actualidad, alrededor de medio millón de personas pueden hacerse la prueba del nuevo coronavirus semanalmente en Alemania.
Sin embargo, no se adoptó el "uso general de protección bucal y nasal", recomendado por la Leopoldina a mediados de marzo. A diferencia de otros países, el uso de mascarillas en el espacio público en Alemania no está regulado de manera uniforme ni tampoco es obligatorio.
¿Cómo se deben relajar las restricciones según Leopoldina?
La Academia Nacional Leopoldina recomienda el regreso gradual escolar, la apertura de minoristas y restaurantes, y la reanudación de la labor de las autoridades y empresas. Si hay suficiente distancia, se pueden reanudar las actividades culturales y deportivas, al igual que los viajes.
Según Leopoldina, el requisito previo para un retorno gradual a la normalidad es que el número de nuevas infecciones se haya estabilizado a la baja y que los hospitales tengan suficiente capacidad. Además, los ciudadanos deben cumplir con las medidas típicas de higiene, distanciamiento social y el uso de mascarillas obligatorias en los espacios públicos.
"Tenemos que proteger la salud y la vida de las personas en Alemania", dijo Claudia Wiesemann, de dicha academia a DW. "Pero tenemos que tener en cuenta que la dignidad de nuestra existencia está en juego en términos sociales, culturales y económicos", afirmó. (rmr/few)
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