Leeuwarden: capital cultural europea 2018
Leeuwarden, en Holanda, es una ciudad tranquila, poco conocida y bonita. Esto cambiará, ya que es, junto a La Valeta, en Malta, la Capital Europea de Cultura 2018.
Bienvenidos a la Edad Media
Leeuwarden es la capital de Frisia desde 1524, la provincia más al norte de Holanda. Y, como suele suceder en las capitales ricas, sus ciudadanos disfrutan de sus ventajas: más de 500 monumentos históricos, canales y casas pintorescos.
La torre inclinada
Los capitalinos quisieron construir la torre de la iglesia más alta de la provincia. En 1529 pusieron manos a la obra. Tenía que medir 120 metros de altura. Pero, tras 10 metros, el suelo se hundió. Todas las medidas tomadas fueron en vano. Después de 40 metros tuvieron que paralizar las obras y la torre inclinada de Leeuwarden se convirtió, sin quererlo, en el emblema de la ciudad.
Alte Waage
El resto sí que supieron hacerlo bien: negocios y cafés pequeños junto a los canales, lo que le aporta a la ciudad un aire confortable. En el edificio llamado "Alte Waage", del año 1596, se comercializaban antiguamente los productos lácteos, y, en la actualidad, es un restaurante.
Willem Lodewijk van Nassau
El conde Willem Lodewijk van Nassau fue nombrado gobernador de Leeuwarden en 1548. En aquel entonces, la ciudad experimentó una época dorada. Se construyeron numerosos palacios para los miembros de las casas reales y la corte noble. Los Nassau de Frisia son antepasados de los reyes actuales de Holanda.
De palacio a museo
En este elegante palacio vivió la princesa María Luisa. En la actualidad es el Museo Nacional de Cerámica. Los tesoros que muestra este edificio son porcelanas chinas, la cerámica Fayenza de Delft, la cerámica frisia como también el art decó.
Monumento a Mata Hari
Este monumento está dedicado a la más famosa ciudadana de Leeuwarden: Margaretha Geertruida Zelle, que nació en 1876 y se dio a conocer mundialmente por sus bailes sensuales. Su nombre artístico era Mata Hari. Luego, se convirtió en espía y fue ejecutada en París hace 100 años.
Museo con productos coloniales
En 1900, la familia Feenstra abrió por primera vez las puertas de su negocio con productos coloniales y funcionó hasta 1973. Por el local han pasado los años, pero en su interior no ha cambiado nada: la pesa, la caja de madera y los recipientes de cristal llenos de regaliz y bombones siguen donde siempre.
Museo Frisio
Los frisios son personas orgullosas de sus tradiciones. Hay un museo dedicado a sus trajes típicos, las espadas, los aparatos de cocina y otros objetos cotidianos, que cuentan la historia y la cultura de Frisia. Hasta la actualidad han conservado también su idioma: junto al holandés, el frisio es la segundad lengua oficial.
Zuecos de madera
Uno de los recuerdos que puede llevarse a casa son los zuecos de madera con los colores nacionales de Frisia: azul, blanco y rojo, pero algo incómodos para las personas que no estén acostumbradas a este tipo de calzado. En la Capital Europea 2018 hay tanto que ver y experimentar que les aconsejamos llevar zapatos cómodos.