Las relaciones germano-rusas a través de la historia
La historia entre Alemania y Rusia ha estado jalonada por períodos alternos de cooperación diplomática y guerra. DW repasa las relaciones entre dos de las principales potencias europeas durante el último milenio.
Convirtiendo a la Rus de Kiev
Tanto Rusia como Ucrania remontan su ascendencia cultural al período de la Rus de Kiev, a inicios de la Edad Media, cuando una unión laxa de pueblos eslavos, bálticos y finlandeses forjaron una identidad común. Los misioneros de los pueblos germánicos que iban a convertirlos decidieron el paso a los diplomáticos. Cuadro del bautismo del príncipe Vladimir, o Volodymyr, en 987, catedral de Kiev.
Comercio y guerra con caballeros teutónicos
Rusia estuvo a fines de la Edad Media bajo dominio mongol, pero continuó un activo comercio con las ciudades hanseáticas alemanas. El período empezó con la victoria sobre los caballeros teutónicos en la llamada Batalla del Hielo, sobre el helado lago Peipus en 1242. El cineasta Serguéi Eisenstein la llevó a la gran pantalla como una epopeya patriótica rusa justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
La emperatriz 'alemana' de Rusia
Nacida en Szczecin, ahora en Polonia pero entonces perteneciente a Prusia (uno de los principales reinos de Alemania), Catalina la Grande accedió al trono ruso en 1762, tras el derrocamiento de su marido, también nacido en Alemania. Su reinado se enmarcó en la Ilustración rusa, cuyos ideales de libertad y razón abrazó. Sin embargo, no los hizo extensivos a Polonia, país que se repartió con Prusia.
Alianza contra Napoleón
Como hicieron también otras monarquías coloniales de Europa, Prusia y Rusia se unieron frente al enemigo común de la Francia revolucionaria y a las campañas militares de Napoleón Bonaparte. La alianza se selló en la Convención de Tauroggen, en 1812, entre un general prusiano y un general nacido en Alemania del Ejército Imperial Ruso, en el que servían también muchos soldados prusianos.
Conflicto entre primos: la Primera Guerra Mundial
En 1913, el Káiser Wilhelm II (derecha) invitó a su primo, el zar Nicolás II, a Berlín para la boda de su hija. Un año más tarde, los dos países estaban en guerra, y cuatro años más tarde, ambos habían perdido sus tronos, con Nicolás ejecutado en 1918. En ambos bandos murieron millones de personas. Y los dos países se sintieron agraviados por los términos impuestos por los aliados occidentales.
Pacto Hitler-Stalin: Segunda Guerra Mundial
Adolf Hitler y Joseph Stalin (derecha) llegaron a un pacto de no agresión que firmaron en agosto de 1939 sus ministros de Exteriores, Ribbentrop (izquierda) y Vyacheslav Molotov, respectivamente. Al mes siguiente, ambos países invadieron Polonia. Alemania rompió el pacto en 1941 con la invasión de la Unión Soviética. Casi 14 millones de rusos y 6,8 mill. de ucranianos murieron durante la guerra.
El beso de la muerte
Tras la guerra, Alemania Oriental cayó bajo la influencia de la URSS, una alianza que encontró su más icónica imagen en el "fraternal beso socialista" entre el líder de la República Democrática Alemana, Erich Honecker, y el presidente soviético, Leonid Brezhnev, en 1979. Los alemanes del este crecieron aprendiendo ruso y, todavía hoy, muestran más simpatías por Putin que los alemanes occidentales.
La 'Ostpolitik' de Willy Brandt
El canciller Willy Brandt trató de normalizar las relaciones con las naciones comunistas durante su mandato (1969-1974) un acercamiento que se conoció como "Ostpolitik" ('política del este'). En 1970, Brandt firmó el Tratado de Moscú junto al primer ministro ruso, Alexei Kosygin. Reconocía formalmente a Alemania Oriental y abandonaba temporalmente el objetivo de la reunificación a cambio de paz.
¿Amigos por fin?
"¡Gorbi, Gorbi!" fue el festivo titular del tabloide alemán Bild, el periódico de mayor circulación en Alemania, en junio de 1989, cuando el líder soviético Mikhail Gorbachov vino de visita a Berlín. Para los alemanes fue, y sigue siendo, el héroe que hizo posible la reunificación pacífica del país.
¿Transformación a través del comercio?
Los lazos germano-rusos se estrecharon a lo largo de los años posteriores a la Unión Soviética durante los años de Gerhard Schröder y Angela Merkel en la Cancillería, con la esperanza de que la profundización de las relaciones comerciales acercara a los dos países y suavizara a Putin. Schröder inició el gasoducto Nord Stream, que, para muchos, hizo que Alemania dependa demasiado del gas ruso.