“Las reformas en la NSA deben regir para todos los países”
10 de enero de 2014Deutsche Welle: Los planes de Obama para reformar la NSA se basan en consejos de un grupo de expertos nombrado por él mismo. ¿Cree que el trabajo del servicio secreto NSA cambiará sustancialmente?
Brett Kaufman: El cambio sustancial más importante será el programa de Metadatos, con el que el Gobierno estadounidense reúne actualmente todos los datos surgidos a través de llamados telefónicos que se llevan a cabo o se reciben en EE. UU. La American Civil Liberties Union (ACLU) sigue muy de cerca el tema y generó un debate en EE. UU. Un pequeño grupo de asesores de Obama recomendó que el Gobierno tome distancia del negocio de la recolección de este tipo de información diciendo que no debería solicitar información a las empresas de telecomunicaciones. Eso marca un hito importante en el debate.
El grupo de expertos propone como posible alternativa que otra instancia los recolecte, o que se ordene a las compañías de telecomunicaciones asegurar los datos durante un determinado período de tiempo. Nosotros pensamos que eso no sería la solución adecuada, ya que la preocupación sobre la vigilancia de la esfera privada seguiría como hasta ahora. Sería exactamente lo mismo que si el Gobierno continuara reuniendo datos de los ciudadanos. Es por eso que observaremos muy detenidamente cuál será la recomendación que hará Obama.
¿Tendrá la planeada reforma también consecuencias para las autoridades de los servicios secretos, por ejemplo, para su director general, James Clapper, quien durante una audiencia en el Congreso de EE. UU. desmintió que la NSA guardara datos de millones de ciudadanos?
En este momento, James Clapper no es el tema central. Pero el jefe de la NSA, Keith Alexander, y uno de sus colegas más importantes están a punto de jubilarse, por lo cual seguramente se abrirá una discusión acerca de quién los sucederá.
Uno de los temas que mencionó el grupo de expertos es la división de las áreas de responsabilidad que todavía maneja Keith Alexander, es decir, el área de Ciberseguridad y el de Ataques de la NSA. También se debate que, en el futuro, la NSA ya no esté dirigida por militares sino por civiles. Esos serían los cambios concretos más relevantes. Pero aún debemos aguardar las propuestas del presidente.
Según lo que se entrevé hasta el momento, el grupo de asesores también propone una mayor reserva en la escucha de jefes de Gobierno extranjeros. Pero, ¿la reforma de la NSA implicaría también una mayor protección para la esfera privada de personas que no viven en EE. UU.?
Una de las recomendaciones más importantes de los asesores, y que menos se ha dado a conocer a la opinión pública, es la de que ciertas medidas para la protección de la esfera privada de ciudadanos estadounidenses también se apliquen a otros países del mundo. Está claro que la NSA no debe pone en práctica sus programas de vigilancia en todo el globo, pero eso es justamente lo que sucede en este momento.
El Gobierno de EE: UU. somete a las personas de todo el mundo a un régimen de espionaje masivo, con lo cual viola acuerdos internacionales y el derecho internacional. La ACLU espera que se lleven a cabo reformas que limiten este tipo de prácticas abusivas, no sólo en EE. UU., sino en todo el mundo.
El experto en leyes Brett Max Kaufman trabaja para la organización de derecho ciudadano American Civil Liberties Union (ACLU) en el área de Seguridad Nacional.