Las metrópolis más bonitas de Europa: Berlín

En la ciudad todavía se pueden ver las huellas de la división de la urbe en Berlín Oriental y Occidental. En muchos lugares, sólo una banda metálica en el suelo muestra el antiguo trazado del muro, que se construyó en 1961 y dividió la ciudad hasta 1989. Cualquiera interesado en esta parte de la historia de Berlín debería echar un vistazo al Memorial del Muro de Berlín en la Bernauer Straße.

Completamente nuevo y, al mismo tiempo, diseñado con su antiguo esplendor: el Foro Humboldt es la nueva atracción de Berlín. El centro de arte, cultura y ciencia está ubicado en un nuevo edificio construido entre 2012 y 2020 en el lugar del histórico Palacio de Berlín. Además de albergar el Museo Etnológico de Berlín y el Museo de Arte Asiático, también organiza eventos y exposiciones temporales.

Frente al Foro Humboldt se encuentra la Isla de los Museos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Incluye cinco importantes museos de arte e historia, además de la recién construida Galería James Simon. El panorama museístico de Berlín es enorme: ¡hay más de 175 museos! También merece la pena visitar el Museo Judío, Topografía del Terror o el Museo de Historia Natural.

Cuando uno ve el centro de Berlín, piensa en modernos rascacielos y amplios bulevares, pero también hay un ambiente romántico de pequeña ciudad en el Nikolaiviertel. Calles estrechas y casas acogedoras dan vida aquí al encanto del viejo Berlín. Pero por muy histórica que parezca la zona residencial más antigua de Berlín, la mayoría de los edificios son de la posguerra.

Berlín es una ciudad muy verde, en el centro hay muchos parques grandes, como el Treptower Park, el Volkspark Friedrichshain o el Großer Tiergarten. Lo que es especial es Tempelhofer Feld, el antiguo aeropuerto que ahora es el espacio abierto urbano más grande del mundo, con 300 hectáreas. Perfecto para correr, andar en bicicleta y volar cometas.

Por supuesto, hay clásicos como el doner kebab y la currywurst (salchicha al curry), pero lo que hace especial a Berlín es su diversidad culinaria. Del italiano al libanés: la elección es enorme. Los vegetarianos y veganos también encontrarán rápidamente lo que buscan. Los mercados son una experiencia, como el de Marheineke en Bergmannkiez, con puestos de comida, restaurantes y servicios.

Si se visita Berlín un domingo, definitivamente hay que ir al Mauerpark. No se puede encontrar un ambiente más berlinés. Aquí se puede pasear por un gran mercadillo, sentarse en el césped o comer algo. Y también escuchar a sus músicos callejeros. Entre los mejores sitios para los amantes de la música se cuentan la Funkhaus Berlin y el Silent Green, un crematorio convertido en sala de conciertos.

La cúpula de cristal del edificio del histórico edificio del Reichstag, actual Bundestag, ofrece una vista espectacular de Berlín. Su azotea está abierta al público y es gratuita, aunque hay que registrarse previamente a través del servicio de visitantes. La Columna de la Victoria también ofrece una gran vista de la ciudad y, por supuesto, de la famosa torre de televisión, de 368 metros de altura.

Berlín no es siempre igual: cada barrio tiene su propio carácter. Charlottenburg es digna y elegante ('schick' o 'chic', en alemán), Kreuzberg es multicultural y moderna. En Mitte encontrará los principales lugares turísticos y museos. Si realmente quiere empaparse de los diferentes barrios, la mejor manera es pasear por sus calles, observar a sus gentes y probar los numerosos bares y cafeterías.

El parque natural del sur de Schöneberg, en la zona del antiguo nudo ferroviario de Tempelhof, es más que un simple parque. Tras del cierre de la estación de tren en 1952, la naturaleza recuperó la zona. En el parque quedaron vías, grúas de agua, agujas e incluso una antigua locomotora de vapor. (lgc/dz)