"Las malas intenciones" es ovacionada en la Berlinale
23 de febrero de 2011“Estoy feliz, feliz, feliz, nunca había estado en una sala tan grande. Cuando ví la cola de gente que había yo pensé que vendrían a ver alguna película famosa, nunca me imaginé que tal cantidad de público venía a ver mi película y había muchos niños”, dijo visiblemente emocionada Rosario García Montero tras el estreno de su película en la Berlinale, en conversación con Deutsche Welle.
La cinta retrata a una niña de 9 años (Fátima Búntnix) que vive en los suburbios de Lima en el seno de una adinerada familia. Su madre está de viaje. Tiene chofer y ha quedado bajo el cuidado del servicio doméstico. En su soledad los héroes de la patria pueblan su imaginación.
“A Tupac Amaru le amarraron las piernas y los brazos a unos caballos y luego los espantaron para que quedara desmembrado, pero Tupac Amaru era muy fuerte y se los tuvieron que cortar”, dice Cayetana ante una estampilla escolar que ilustra la agonía del héroe. ¿Te dolió?, pregunta después de cortarle ella misma los miembros con una navaja.
“Me encanta el personaje porque no es ni buena ni mala, porque los que son muy buenos no te los crees, los que son muy malos repiten un cliché, quise que esta niña siempre estuviera en el umbral entre el bien y el mal, que fuera lo más humana posible”, dice la cineasta sobre el personaje de su primer largometraje.
Sueña en ser heroína
Al volver la madre y el padrastro, la niña se entera de que su madre está embarazada, lo que provoca que se retraiga aún más en su mundo imaginario. Está convencida de que morirá cuando nazca su hermano, pero se irá como una heroína, al igual que las figuras patrias.
“Dos soles no caben en un mismo cielo”, le dijo Simón Bolívar a José de San Martín en la Conferencia de Guayaquil, repite en voz alta Cayetana, lo que para ella es un reflejo de su situación.
“Tratábamos de contarlo todo siempre desde el punto de vista de ella, donde eso que suena ridículo era muy serio. Debíamos mantenernos a su nivel y nunca burlarnos y mientras ella tenga esa seriedad, esa actitud solemne, siempre cabe la duda. Yo quería que tuviera héroes a quienes recurrir en momentos de evasión, pero sus héroes son antihéroes, son bastante vulnerables. No quería la historia del Perú repetida, sino una versión de los héroes que supla la figura del padre cuando no viene. Esos héroes la acompañan en sus momentos de crisis”, resume García Montero.
Aunque la niña muestra un particular afecto por su padre biológico éste apenas si se ocupa de ella. En su clase de religión la maestra dice a sus alumnos que las personas que se divorcian se van al infierno, con más seguridad si se vuelven a casar. Cayetana está convencida de que eso le pasará a su madre y ensaya ante el espejo varias maneras de decírselo. “Hay una crítica social, a la religión, a la clase alta que está en éxodo, que está desapareciendo”, explica la cineasta.
Sendero Luminoso
La película aborda indirectamente la llegada de Sendero Luminoso en 1983. En un momento en el que la cámara muestra al mundo de Cayetana absorto con los preparativos navideños apenas si se percatan de que han ocurrido atentados terroristas y de que hay perros sacrificados colgando de los postes con consignas que dicen: “Así terminarán los revisionistas”. Después de conocer a su hermano recién nacido, Cayetana se entera de que el chofer ha muerto, en vez de él ha llegado por ella al hospital un guardaespaldas en un coche blindado.
La cineasta explica: “lo que quise mostrar a nivel de terrorismo es el comienzo del conflicto. Cuando muere el chofer, que era el chofer de la abuela y llega el guardaespaldas es el momento de quiebre, cuando la sociedad peruana cambió y comenzó el Perú más violento. El terrorismo crecía y crecía y lo que la gente hacía era cambiar los vidrios de los coches y subir los muros de sus casas, pero subiendo el muro no iba a desaparecer el problema”, dice la cineasta.
La película titulada en alemán “No soy invisible”, se encuentra entre 59 cintas provenientes de 30 países que integran la selección de Generación Kplus y Generación 14plus, obras para un público joven. Todas compiten por los Osos de Cristal y un premio dotado de 10.000 euros que otorga la organización alemana de apoyo a la infancia Deutsches Kinderhilfswerk. El jurado que decide sobre el premio en metálico lo integran la cineasta china Mabel Cheung, la productora neozelandesa Taika Waititi, el cineasta alemán Félix Gönnert, la australiana Rachel Perkins, así como el experto en política cinematográfica europea Jonathan Davies. Adicionalmente once niños berlineses y siete adolescentes integran el jurado infantil y juvenil que decidirá quiénes serán los portadores de los Osos de Cristal.
Provenientes de América Latina compiten, además de “Las malas intenciones”, la cinta venezolana “El chico que miente”, de Marité Ugás. En la sección Generation 14plus se encuentran los cortometrajes “Blokes”, de la chilena Marialy Rivas, y “Calle Última”, del paraguayo Marcelo Martinessi.
“Las malas intenciones” compite además por el premio a la mejor primera cinta de ficción (Best First Feature Award) en el que participan 34 cintas que son exhibidas en las distintas secciones del festival. Provenientes del mundo hispanoparlante se encuentra la opera prima de Paula Markovitch, “El Premio”, estrenada en la Sección Competencia, la argentina "Medianeras", de Gustavo Taretto que se exhibe en Panorama, así como “Karen llora en bus”, del colombiano Gabriel Rojas Vera, que es proyectada en Forum.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas