Las fallidas apuestas del Mundial

Puede que éste haya sido "el Mundial de las sonrisas", como dijo el presidente de la Fifa, pero no todos están felices. Los amantes del fútbol, porque el nivel ha dejado bastante que desear; y los empresarios, porque apostaron por estrellas sorpresivamente eclipsadas.

Ronaldo resurgió de las cenizas y vuelve a brillar con colores propios, en la camiseta verde-amarilla de Brasil. Ya se lo festeja como todo un campeón y los publicistas han de estar satisfechos con las sumas invertidas en él. Lo mismo ocurre, de seguro, con los que confiaron en el arquero alemán, Oliver Kahn, quien ya en la actualidad gana una suma estimada en 1.500 millones de euros anuales, por su aparición en avisos publicitarios.

Sin embargo, muchas estrellas de fama mundial no han cumplido las expectativas. A su desgracia personal se suma la de las marcas que había cifrado en ellos sus esperanzas de aumentar las ventas.

El rostro amargo de Renault

La prematura despedida de muchos de los favoritos tiene afligido al mundo de los negocios. El consorcio estadounidense Pepsi Co tenía, por ejemplo, un contrato con el capitán de la selección irlandesa, Roy Keane, quien cobró casi 700 mil dólares por figurar en la nueva campaña publicitaria de Seven-Up. Sin embargo, no jugó ni una vez.

También Nike se las vio negras poco después, cuando quedó eliminado el equipo de Portugal, con su capitán Luis Figo a la cabeza. Fiat, por su parte, perdió a "su hombre", Francesco Totti, en los cuartos de final. Lo peor es que no salió honrosamente de la cancha, sino castigado por el árbitro.

El destino golpeó del mismo modo a la empresa Renault. El francés Thierry Henrry, el "nuevo rostro" del Renault Clio, tuvo que abandonar el campo de juego, sancionado igualmente con una tarjeta roja.

¿Éxitos relacionados?

Pero existe, además, una relación más profunda entre el deporte rey y la economía, según el prestigioso banco de inversiones Goldman Sachs. Si se da crédito a un análisis de esta institución, el éxito futbolísitco y el económico van de la mano. A modo de prueba, el estudio subraya que los países participantes en el Mundial acaparan el 84% del producto interno bruto del planeta.

Hace notar, adicionalmente, que las naciones más exitosas en los mundiales son las que registran también un mayor producto per capita. Ejemplos en Europa: Inglaterra, Francia, Alemania e Italia. Lo mismo vale para América Latina: Brasil, Argentina y México, según el analista.

Donde ya cuesta más trabajo seguir el hilo de sus consideraciones es en lo tocante a los logros económicos de los países que han ganado campeonatos mundiales desde 1966. Si se tomara el estudio al pie de la letra, Argentina debería tener bastantes menos problemas que los que la afligen actualmente. Y Brasil debería ser hoy en día una de las grandes potencias económicas, y no un gigante con tantos achaques financieros como los que padece.

Sea como fuere, los brasileños al menos pueden seguir teniendo fe. Ronaldo no ha decepcionado a los publicistas, ni tampoco a sus hinchas. Aunque la bonanza económica se haga esperar más de lo que cabría pensar ateniéndose a los análisis de Goldman Sachs, una quinta Copa del Mundo al menos haría feliz a Brasil hasta que volviera a imponerse la dura realidad..