Las bodas de plata del Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo
14 de octubre de 2014Aunque el Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo (LSF, sus siglas en alemán) no es dado a la ostentación, habrá derroche de emoción cuando se inaugure su 25ª edición este martes (14.10.2014). Este evento, el más importante de su clase en Alemania, cumple un cuarto de siglo. Y se le nota. Por un lado, su nombre es vestigio del momento en que se fundó: en 1989, el activismo político homosexual experimentaba un nuevo apogeo, pero la lucha por los derechos de la población bisexual, transgénero e intersexual aún no cuajaba.
Lustros más tarde se haría llamar International Queer Film Festival, en inglés, enfatizando la voz “queer” para dejar claro que su programa estaba dirigido a todas las minorías sexuales y a aquellos que objetan las categorizaciones y los roles de género hegemónicos. Por otra parte, la madurez del LSF queda reflejada en la amplitud de su oferta, mucho mayor que la de festivales similares en Bremen, Colonia, Dortmund, Esslingen, Hanover, Karlsruhe y Münster. A la cantidad y calidad de sus películas se suma la variedad de su origen.
Variada programación
“A principios de los noventa, la mayoría de las películas con historias o personajes relevantes para un público lésbico, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGBTI) era producida por las industrias cinematográficas de habla inglesa. Pero al final de esa década, los directores asiáticos comenzaron a rodar muchas cintas con temática queer. Lo mismo ocurrió en Europa y América Latina poco después. Y nosotros nos esmeramos en que nuestra programación sea lo más diversa posible”, explica Joachim Post, coorganizador del LSF.
De aquí al 19 de octubre el festival mostrará 150 filmes de largo y corto metraje. La sección Años dorados reúne películas que giran en torno a LGBTI en la tercera edad, la rúbrica Acceso denegado aborda la migración de personas queer bajo el signo de la crisis financiera, y la retrospectiva Las joyas de la corona mostrará clásicos de los últimos 25 años. El evento será inaugurado con el estreno de Acting out, un documental sobre el papel que el Festival de Cine Lésbico y Gay ha jugado en la escena cultural de Hamburgo desde su fundación.
La importancia del cine queer
Nunca falta quien desestime la importancia de los festivales de cine dirigidos a la población LGBTI, alegando que la exclusión social basada en la orientación sexual o la identidad de género es un problema superado –sobre todo en las grandes urbes germanas– y que las personas queer están suficientemente representadas en la vida pública. Pero otros, como la directora de la Oficina Federal contra la Discriminación (ADS), Christine Lüders, han alertado sobre el auge de la homofobia y la transfobia “en todos los ámbitos de la sociedad”.
“Festivales como el de Hamburgo no sólo tienen sentido en países donde la difamación homofóbica o la violencia transfóbica son más explícitas y frecuentes. El LSF continúa siendo relevante porque el espacio que la comunidad queer se ha abierto en la sociedad alemana no está asegurado. En este país todavía no se han equiparado las prerrogativas de la unión civil homosexual con las del matrimonio heterosexual, ni se respetan plenamente los derechos de las personas transgénero e intersexuales”, comenta Post.
“En las escuelas, la educación sexual inclusiva brilla por su ausencia y los jóvenes queer siguen siendo objeto de burlas, ataques físicos y reprimendas. Nuestro festival lleva a la gran pantalla los altibajos en las vidas de las personas LGBTI y arroja luz sobre los prejuicios que quedan por superar, dentro y fuera de Alemania”, agrega Post. “Además, las películas que se exhiben en el LSF rara vez son proyectadas en los otros cines alemanes, sean éstos salas comerciales o salas de arte y ensayo”, agrega su colega, Hanne Homrighausen.
Celebrando la longevidad del LSF
De ahí que el rumor sobre inminentes recortes en el financiamiento estatal de los proyectos de producción y divulgación cinematográfica inquiete a los organizadores del LSF, una iniciativa sin fines de lucro que depende del respaldo del Senado hamburgués. Consultado al respecto por Deutsche Welle, Enno Isermann, portavoz de la Oficina de Cultura, aseguró que el socialdemócrata Olaf Scholz –quien optará a la reelección como alcalde de la ciudad hanseática en 2015– no tiene pensado reducir las subvenciones que recibe el festival.
“Cuando un político dice algo tan enfáticamente, yo le tomo la palabra. Sin embargo, algunos sospechan que se trata de una promesa preelectoral hueca ”, cuenta Ronald Behm, quien junto a Joachim Post es uno de los miembros más antiguos del equipo que hace posible el Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo. El alcalde Scholz asistirá a la ceremonia de apertura este 14 de octubre para disipar resquemores y celebrar la longevidad del LSF; pero sólo el tiempo dirá si el temor a los recortes presupuestarios estaba justificado o no.