Las 10 estaciones de trenes más bellas de Europa
Viajar en tren no solo es rápido y cómodo, sino también una experiencia visual gracias a algunas estaciones que mezclan modernidad con historia. Acá tenemos una selección.
Amberes, una gema en la capital de los diamantes
Quien llegue por tren a la capital de los diamantes, hablamos de la ciudad portuaria de Amberes, en Bélgica, debería tomarse un tiempo para admirar la arquitectura de su estación. Conocida como "la catedral ferroviaria", es una de las principales atracciones de la urbe. Cuando el rey Leopoldo II la vio en su inauguracuión, en 1905, quedó impresionado y comentó: "Es una pequeña y hermosa estación".
Lieja-Guillemins, una pieza de vidrio y acero
En el mismo país, pero en las antípodas estilísticas, tenemos la estación de Lieja-Guillemins, una estructura futurista de vidrio, acero y concreto. Todos los días, 500 trenes hacen parada en este lugar, que está en justo en las afueras del centro de la ciudad y es un importante punto en la red de trenes de alta velocidad de Europa. Su diseño pertenece al arquitecto español Santiago Calatrava.
Estación Central de Ámsterdam: coloso sobre pilares de madera
No solo la arquitectura de la estación de trenes de Ámsterdam impresiona. También lo hace el hecho de que está ubicada sobre tres islas artificiales que se sustentan sobre 8687 pilares de madera. Este edificio neogótico fue diseñado por el arquitecto holandés Petrus Cuypers, especializado en la construcción de iglesias. Por eso, con sus torres y adornos, la estación parece una catedral medieval.
¿Tiene la Gare de Lyon el restaurante más bello?
La Gare de Lyon en París ya impresiona desde fuera: es un edificio magnificente de estilo Belle Epoque. Pero no nos engañemos, por dentro también es una belleza. Dos escaleras de mármol llevan al icónico restaurante "Le Train Bleu", cuyas paredes cuentan con frescos que representan los paisajes más hermosos de Francia. Sin ninguna duda, vale la pena conocerla.
Helsinki, una estación y estrella de la TV
Esta estación es una celebridad, o al menos lo son las 4 estatuas que están en la puerta principal, que suelen aparecer en campañas publicitarias y son una de las atracciones de Helsinki. Por un lado, el granito le da al edificio un aspecto extraordinario, y por otro, sus ventanales permiten que la luz entre sin problemas. Esta obra del arquitecto finlandés Eliel Saarinen fue inaugurada en 1919.
St. Pancras, obra maestra victoriana
La fachada de ladrillos victoriana de la estación St. Pancras de Londres es casi palaciega. En su interior, enormes salones con tiendas y restaurantes esperan a los miles de viajeros que la visitan a diario. La estación recibe trenes internacionales. Los viajes domésticos tienen como terminal a King's Cross, una estación moderna ubicada justo al lado, donde se filmaron escenas de "Harry Potter".
Estación de Leipzig, la terminal más grande de Europa
Con 23 andenes y algo así como 80.000 metros cuadrados de superficie, la de Leipzig es considerada la mayor terminal de Europa. Es más que una estación: con más de 140 tiendas, restaurantes y servicios en tres niveles, es un centro importante para la ciudad. En sus instalaciones se realizan, además, toda clase de espectáculos. Muchas de sus tiendas abren los domingos, una excepción en Alemania.
Budapest Keleti, alguna vez la más moderna
En Budapest hay numerosos edificios monumentales, y la central ferroviaria de Keleti es definitivamente uno de ellos. Inaugurada en 1884, fue considerada en su momento como la estación más moderna de Europa debido a que usaba energía eléctrica y tenía centralizado el control de las señales. Actualmente lo que más impacta a sus visitantes es su arquitectura renacentista.
Madrid Atocha: espera en la jungla
La estación de trenes de Atocha, construida entre 1888 y 1892 en estilo Art Nouveau, es una de las dos estaciones de larga distancia de la capital de España. Y es toda una sorpresa: un enorme jardín tropical con 7000 plantas y un estanque con tortugas convierte el lugar en una grata experiencia. También vale la pena mirar hacia arriba, porque el vestíbulo es famoso por su techo de hierro y vidrio.
Estación Rossio, pequeña pero perfecta
Las estaciones hermosas no tienen por qué ser grandes. Así lo prueba la estación Rossio, ubicada en pleno corazón de la capital de Portugal, Lisboa. La pequeña terminal, con sus dos accesos con forma de herradura, fue inaugurada en 1890. La fachada está diseñada en estilo neomanuelino, un renacimiento del estilo manuelino del siglo XVI, tan típico de Portugal.