Lance Armstrong estaría dispuesto a confesar dopaje
6 de enero de 2013Si se confirma la confesión de la que el viernes informó "The New York Times" (NYT), Armstrong podría ver mitigada su sanción de por vida y evitar una posible pena de cárcel por perjurio. Para ello deberá negociar, y ya lo ha hecho, según el rotativo neoyorquino.
De producirse un acto que sería de los más recordados en el mundo del deporte no sólo Armstrong conseguiría una recompensa. La confesión conviene a todos, empezando por el propio acusado. Una de las cosas que más asustan al estadounidense es una posible pena de cárcel como la de la ex atleta Marion Jones, quíntuple campeona olímpica, que también tuvo que admitir finalmente que se dopó. Se le acusó de perjurio por haber mentido a autoridades federales y pasó por prisión, una imagen que el ex ciclista de 41 años desea evitar a toda costa. Armstrong también dijo bajo juramento que no se dopó.
En su cuenta Twitter, Armstrong publicó hoy una imagen en la que se le ve en bicicleta, su pasión, en Hawaii. Ni una palabra sobre la confesión, que precisamente le podría permitir competir en carreras ciclistas, de triatlón o atletismo, para las que la USADA (Agencia Antidoping de EEUU) también lo vetó.
La vergüenza y el daño a su imagen quedaría así algo mitigado, aunque por otra parte vería aumentado el número de demandas para que devolviera el dinero, como las que ya presentaron una aseguradora que le pide que devuelva el dinero que recibió en bonus por ganar sus Tours de France, y el dominical británico "The Sunday Times", que le reclama el medio millón de dólares que le pagó tras una denuncia por injurias.
Otro de los beneficiados con una eventual confesión sería la USADA. Travis Tygart, su jefe ejecutivo, ha sido el gran enemigo de Armstrong, pero parece que ambos han dejado atrás sus diferencias. "Representantes de Armstrong se pusieron en contacto con Tygart el mes pasado para concertar una cita. El objetivo, saber si una confesión mitigaría la sanción de por vida de Armstrong en deportes olímpicos", afirma hoy "NYT".
Tygart, el hombre que desde dentro del país destruyó el sueño americano que había protagonizado el ex ciclista, se vería respaldado y concedería una eventual medida de gracia si Armstrong da detalles de lo que la USADA definió como el "programa de doping más sofisticado, profesionalizado y exitoso que se haya visto jamás en el deporte".
En las 1.000 páginas de evidencias que condenaron a Armstrong la USADA reconoce que "no actuó solo", y la confesión podría llevar a que se pudiera desentrañar todo el sistema que el estadounidense lideraba. El éxito para Tygart sería incuestionable.
Una admisión de culpas también sería necesaria para una refundación del ciclismo. Si Armstrong se desmorona, otros ciclistas podrían hacerlo también y así llevar a cabo el proceso de "verdad y reconciliación" que haga comenzar de cero a un deporte continuamente golpeado por las sospechas desde hace dos décadas.
"Casi tenemos que destruirlo para poder salvarlo", dijo a "NYT" el ex corredor Jonathan Vaughter, ex compañero de Armstrong. Además, el estadounidense podría dar detalles de cómo eludía los controles -nunca dio positivo- y se destaparía si como algunos sospechan contaba con la connivencia de la UCI (Unión Ciclista Internacional). Pat McQuaid, su presidente, se aferra al puesto pese a las continuas voces de regeneración.
Fuente: dpa
Editor: José Ospina-Valencia