La victoria de Wilders, producto del resentimiento popular
5 de marzo de 2010
La Repubblica, de Roma: “En un lapso de pocos días, Holanda, un país tradicionalmente abierto y multicultural, se encuentra sin un gobierno estable y ante el fantasma de una derecha cada vez más popular. Oficialmente, nadie quiere aliarse con el partido de Geert Wilders, pero en este momento nada es seguro. (…) Wilders, el político más popular del país, debe responder ante la corte, acusado de instigar al odio racista. Y prometió hacer de su defensa un gran espectáculo mediático, diciendo que nombraría, en carácter de testigo, al asesino del cineasta y crítico del Islam, Theo van Gogh. Ese asesinato ocurrió el 2 de noviembre de 2004 en Amsterdam y fue para Holanda un hito que dividió las aguas, y que no fue lo suficientemente comprendido por otros países. Hay un antes y un después. Holanda tuvo miedo, y todavía no se recuperó de aquella conmoción.”
Malestar general en la sociedad
Die Welt, de Berlín: “Los suizos votaron recientemente en contra de la construcción de minaretes; los franceses buscan una manera de prohibir el uso de burkas en público y discuten acerca de la ‘identidad nacional'. Esos países cuentan con el mayor porcentaje de musulmanes en la población, y todos ellos manifiestan, cada uno a su modo, un malestar difícil de articular. Es obvio que un número creciente de ciudadanos siente que su sociedad se está desarrollando en la dirección incorrecta.”
Urge nueva política de inmigración
Der Standard, de Viena: “A largo plazo, este tipo de populismo de derecha sólo podrá ser contrarrestado por una política de inmigración, urgentemente necesaria, que apueste a la integración y no a la exclusión. Hasta ahora ha fracasado el consenso sobre cómo tratar a los inmigrantes y ciudadanos musulmanes, lo que se ve a las claras en el debate sobre el velo islámico y los minaretes. Esto provoca prejuicios y temores. Sin un consenso tal a nivel europeo personas como Wilders siempre encontrarán terreno fértil.”
Votos del resentimiento popular
Frankfurter Rundschau, de Fráncfort: “También la extrema derecha alemana emula la fórmula más importante del éxito de Wilders, es decir, echarles la culpa de todo a los musulmanes. En la campaña electoral de Renania-Westfalia, el Partido Nacionalista Democrático alemán (NPD) hace propaganda con lemas como ‘Educación, no mezquitas', y ‘Hogar, no minaretes'. El movimiento renano 'pro NRW' es otro partido similar y, en el foro de Internet ‘Politically Incorrect', cercano a la gente ‘pro NRW', los usuarios más asiduos escriben cosas como ‘la única reforma sensata del Islam es su destrucción sin concesiones'. En el programa partidario, la versión es menos violenta: ‘Constitución, no sharía (ley musulmana)'. ¿Se trata de una diferenciación entre el Islam y el islamismo? Son sólo discusiones que crean más confusión. Sólo faltaba un tipo tan astutamente mediático como Wilders para aprovechar los votos del resentimiento popular.”
Autora: CP/dpa
Editora: Emilia Rojas-Sasse