La UE permitirá el acceso de EEUU a datos bancarios europeos
28 de julio de 2009La Unión Europea ha comenzado conversaciones con Estados Unidos para llegar a un acuerdo que permita compartir información sobre las transacciones bancarias de ciudadanos europeos que sean de utilidad para las investigaciones en la lucha anti-terrorista liderada por Washington. Pese a las protestas de políticos y protectores de datos europeos, sobre todo alemanes, los ministros del Exterior de los países miembros de la UE dieron un mandato a diplomáticos europeos para negociar un nuevo tratado con el Departamento del Tesoro estadounidense que permita un continuo acceso a Swift, una compañía belga propiedad de grandes bancos, que facilita las transacciones internacionales.
Un acuerdo existente previo, firmado en el 2007, perderá vigencia este año, cuando Swift traslade un servidor Internet clave de Estados Unidos al centro de su red en Holanda. A través de Swift se realizan diariamente alrededor de 15 millones de transacciones entre 8.300 bancos en todo el mundo. Después de que las autoridades estadounidenses vigilaran las transacciones europeas como reacción a los atentados del 11 de septiembre de 2001, el acuerdo debía perder vigencia, sin embargo los gobiernos de la Unión Europea consideran la vigilancia como un instrumento últil en la lucha contra el terrorismo.
El nuevo acuerdo, que será negociado por la Comisión y la presidencia sueca, tendrá un carácter temporal, de doce meses como máximo, según explicaron fuentes diplomáticas. Se trata de cubrir el periodo entre la repatriación del servidor de Swift, que se producirá en octubre, y la previsible entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que dará un mayor papel a la Eurocámara en las negociaciones. Es por esta razón que la decisión de los ministros ha sido fuertemente criticada, porque ha ignorado olímpicamente al Parlamento Europeo.
Fuertes protestas en Europa
En muchos Estados de la UE hay una gran sensibilidad con respecto a la protección de datos, que no a pocos recuerda la vigilancia masiva de ciudadanos en los países bajo la Cortina de Hierro durante la Guerra Fría. Las protestas han sido fuertes sobre todo en Alemania. Según información del Comisionado Federal para la Protección de Datos, Peter Schaar, el gobierno estadounidense no sólo controlará las transferencias en el extranjero sino también en el interior de Alemania. Schaar exhortó que se incluya en esta decisión al Parlamento Europeo así como al Parlamento alemán. “Nadie sabe la cantidad de datos que están en juego, además, ya es posible acceder a datos bancarios en casos aislados y proporcionar la información a las autoridades estadounidenses”, explicó.
Las críticas han surgido en todos los partidos políticos. El líder de los liberales, Guido Westerwelle, calificó el proyecto de inaceptable. El jefe de la fracción conservadora CDU y CSU, Wolfgang Bosbach, advirtió a los ministros del Exterior de entregar sin condiciones la observación de datos a los investigadores estadounidenses.
“No es un cheque en blanco”, aseguró el portavoz del Comisario de Justicia, Jacques Barrot. Según un comunicado de Barrot, las autoridades de seguridad de EEUU no podrán tener acceso sin restricciones a la información de los ciudadanos europeos, este acceso estará controlado por una instancia pública europea. Adicionalmente, en teoría los ciudadanos podrán oponerse a que sus datos bancarios sean expuestos. “No aceptaremos un acuerdo que no refleje los lineamientos de la protección de datos europea”, dijo por su parte el viceministro del Exterior alemán, Günter Gloser.
Barroso en el ojo del huracán
La manera como se ha tomado la decisión, aprovechando las vacaciones de verano del Parlamento Europeo, ha puesto al jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en el ojo del huracán. El copresidente del grupo de los Verdes, el eurodiputado francés, Daniel Cohn Bendit, calificó a Barroso como “peón de Estados Unidos”. “La recopilación y transferencia de información sensible representa una violación flagrante de los derechos fundamentales de los ciudadanos”, dijo Cohn Bendit en un comunicado.
El eurodiputado advirtió en una entrevista al diario Berliner Zeitung que Barroso juega con el fuego. “Si no incluye en esta decisión a los representantes del pueblo europeo habrá un golpe contra él”, advirtió, aludiendo a la reelección de Barroso que está en juego. Por oposición de los grupos verdes y socialdemócratas en la eurocámara, la reelección del presidente de la Comisión Europea ha sido aplazada hasta octubre, con lo que Barroso no fue reelecto el 15 de julio, como querían los gobiernos europeos. Su reelección todavía es incierta.
Programa clandestino impulsado por Bush
A raíz de un artículo publicado por el New York Times en el 2006, se supo en Europa sobre la existencia de un programa para rastrear el financiamiento terrorista (Terrorist Finance Tracking Programme –TFTP-). El diario reportó que la CIA dirigía el programa para rastrear, en un flujo estimado de $ 6 trillones de dólares de pagos diarios, el financiamiento terrorista. El programa, en ese momento clandestino, se basaba en los poderes ejecutivos dispuestos por el presidente Bush, tras el 11 de septiembre. También el Congreso estadounidense se enteró de dicho programa cuando fue publicada la nota.
La noticia de que Estados Unidos observaba secretamente las transacciones bancarias europeas provocó una airada protesta en Europa, particularmente en Alemania. Las relaciones trasatlánticas, de por sí deterioradas por la actitud de la Administración Bush ante al derecho internacional, que era violado con el programa de “rendición extraordinaria” y las detenciones de Guantánamo, llegaron a un punto gélido.
Una investigación ordenada por el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, en 2006 encontró que Swift había violado las leyes de privacía de la Unión Europea. “Swift se encuentra en una posición conflictiva entre las leyes europeas y estadounidenses”, dijo Verhofstadt al dar a conocer los resultados del estudio.
A raíz de esta investigación las autoridades europeas y estadounidenses introdujeron nuevas medidas en junio de 2007 para asegurar que el programa TFTP cumpliera con los estándares europeos de protección de datos. Washington aceptó que la información obtenida sería utilizada únicamente para investigar el terrorismo y no para fines industriales y comerciales.
En la lucha anti-terrorista Estados Unidos no sólo vigila las transferencias bancarias sino también exige los datos de pasajeros que vuelan a través de líneas aéreas europeas. Los ministros de la Unión Europea firmaron un acuerdo con las autoridades estadounidenses que da luz verde en este respecto, pese a las protestas de protectores de datos. El ministro del Interior, Wolfgang Schäuble considera que vale la pena imitar la idea. El político conservador quiere recopilar la información de pasajeros de aviones para utilizarla en la lucha contra el terrorismo, proyecto que hasta ahora no ha encontrado apoyo en Alemania.
Autora: Eva Usi
Editora: Luna Bolívar Manaut