La tradición del escándalo
7 de enero de 2015Muchas personas consideran que la nueva novela del autor francés Michelle Houellebecq “Sumisión” es una provocación antimusulmana, algo que le viene a las mil maravillas al semanario “Charlie Hebdo”, que hace sátira del islam. Esta revista siempre ha causado revuelo con sus encabezados y caricaturas provocadoras. Puesto que ya había sido varias veces blanco de ataques terroristas, su redactor jefe se encontraba bajo protección policial. El nombre del semanario, con un tiraje de aproximadamente 75.000 ejemplares, hace referencia a la figura de cómic estadounidense Charlie Brown. En 2006, la redacción, integrada por unos 20 miembros, publicó las controvertidas caricaturas de Mahoma en Francia.
La redacción del semanario satírico asumió conscientemente los problemas que surgieron a raíz de sus caricaturas críticas con las religiones. Por último, la publicación del libro de cómic “La vida de Mahoma” desató un fuerte debate en Francia. “Charlie Hebdo” es conocido por sus provocaciones. Sin embargo, algunos críticos creen que el semanario usa estas provocaciones deliberadamente para aumentar a corto plazo el tiraje. Entre 1981 y 1992 había tenido que cerrar por la falta de lectores.
“Charlie Hebdo” fue fundado en 1970, sucediendo la revista mensual “Hara-Kiri”. Esta había sido prohibida varias veces debido a sus contenidos provocadores. Stéphane Charbonnier, el autor del cómic satírico “La vida de Mahoma”, había sido criticado fuertemente por parte de la comunidad musulmana y provocado manifestaciones. En aquel entonces, la página web de la revista había sido bloqueada durante días por hackers, y la redacción recibió fuertes amenazas.
Ya en 2011, las oficinas de la redacción habían sido destruidas en un atentado incendiario. Personas desconocidas habían perpetrado un ataque con bombas de gasolina, hiriendo a una persona. Ese día había salida en la portada de la revista una caricatura satírica de Mahoma. Desde entonces, el editor y redactor jefe Charbonnier se había encontrado bajo protección policial.
Sin embargo, el semanario permaneció fiel a su rumbo. Su redacción y su redactor jefe siempre rechazaron ser “políticamente correctos”. Por medio de la provocación pretenden hacer tomar conciencia al lector y desencadenar un debate en público. En varias ocasiones, la redacción tuvo que justificarse ante un tribunal a causa de sus contenidos provocadores. Así, por ejemplo, le llovieron quejas por una edición especial sobre el Papa.
El atentado de este miércoles (07.01.2015), en el que, según informaciones de las agencias, también perdió la vida el redactor jefe Stéphane Charbonnier ha sido condenado a nivel mundial. De todas las partes del mudo llegan condolencias.
En Twitter, el hashtag #CharlieHebdo es uno de los tópicos más comentados. Bajo el lema “Yo soy Charlie” (Je suis Charlie), en las redes sociales, muchos usuarios expresan su solidaridad con el semanario y las víctimas.