La sociedad de consumo necesita más de un planeta
26 de febrero de 2010
‘Consumir, consumir y consumir', ese era el lema universal, recomendado por los paquetes de rescate económico que lanzaron los países industrializados luego de haber constatado que la crisis los golpeaba duro. Sin embargo, ya sobrepasamos los límites del crecimiento económico. El mundo tiene demasiados pobladores que exigen cada vez más bienestar material, superando así los recursos del planeta.
Un futuro sin recursos para cada vez más seres humanos
Todos sabemos lo difícil que es abandonar viejas costumbres. Y más difícil aún es cambiar culturas y formas de pensar. Si además se trata de modificar el pensamiento global, parece ser una tarea imposible. Pero la verdad es que los seres humanos nos hemos convertido en un peso demasiado grande para el planeta. Ni siquiera una dieta nos ayudaría a reducir la 'talla' 54 de la población humana a una talla 34.
“Vivimos en un planeta en el que, en menos de 200 años, pasamos de ser mil millones y medio de personas a seis mil millones y medio. En cerca de 40 años seremos nueve mil millones de seres humanos. Tenemos que comprender que no sólo enfrentaremos el problema de la escasez de petróleo. El fenómeno que viviremos será que todo escaseará”, dice Achim Steiner, director del Programa de Medioambiente de Naciones Unidas, UNEP. Dicho programa vigila globalmente el ecosistema y su principal preocupación son los paquetes de rescate económico de los países industrializados, ya que en ellos se predica el consumo como remedio contra la recesión.
Se necesitan cuatro planetas
Estas medidas parecen no tener en cuenta el informe del Club de Roma, una organización no comercial que impulsa el intercambio global de reflexiones acerca de diversas cuestiones políticas en todo el mundo. Hace más de 40 años, el Club de Roma profetizó el fin de la sociedad de consumo en su informe ‘Límites del desarrollo'. Pero parecería no haber tenido demasiado éxito, en vista de la sociedad que dejaremos como herencia a las nuevas generaciones.
“Nuestros herederos, las generaciones por venir, deberán encontrar nuevas soluciones. Por ejemplo, cómo alimentar con menos superficie de cultivo a un 50 por ciento más de seres humanos. Cada día que pasa, perdemos más tierras de cultivo. También deberán vivir con menos agua un 50 por ciento más de personas, ya que hoy ya estamos vaciando las reservas de agua subterránea. Deben tener en cuenta que no podrán contar con pescado en su dieta, porque las reservas de peces se están acabando. Y no olvidemos que las nuevas generaciones tendrán que triplicar el abastecimiento de energía, lo que no será fácil, ya que la energía deberá estar libre de CO2. Para todo eso aún no tenemos soluciones, pero sabemos que los sistemas energéticos del futuro tendrán que funcionar sin CO2”, explica Charles Hopkins, catedrático de Sostenibilidad de la UNESCO en la Universidad York, de Toronto, Canadá.
En un informe reciente, el instituto independiente Worldwatch, de Washington DC, analizó la sociedad global de consumo. Su informe de este año sobre la situación mundial se titula ‘Transformación de las culturas. Del consumo a la sostenibilidad', y calcula cómo sería el estándar de vida que la Tierra aún puede soportar. Si seis mil millones y medio de seres humanos vivieran hoy de acuerdo con el estándar de consumo estadounidense, necesitaríamos cuatro planetas y medio para contar con dichos recursos. Los europeos son un poco más humildes: allí, el consumo haría necesarios tres planetas. Pero incluso el estándar de vida promedio en Tailandia o en Jordania superaría la capacidad sostenible actual.
Mayor eficiencia y menos desechos: un desafío
Con las nuevas tecnologías, los recursos pueden utilizarse mejor, pero para ser realmente sostenibles, lo que debe cambiar es la forma de pensar. Se requieren conceptos totalmente nuevos, o algunos muy antiguos, apunta el director de la UNEP, Achim Steiner: “El principio fundamental debe ser: ‘mayor eficiencia y menos desechos'. La naturaleza no sabe lo que es la basura. Cuando un organismo segrega residuos, éste se transforma en alimento para otros organismos. Creo que ese es el concepto que los chinos tienen de ‘economía circular'. En Japón se habla de ‘producir un ciclo', reciclar y volver a utilizar. No son ideas nuevas, sólo las tenemos que volver plausibles”, subraya Achim Steiner.
Eso significaría el fin de la sociedad desechable. La sostenibilidad, ya sea en la agricultura o en la industria, y también en nuestro estilo de vida, debe reducirse a un denominador común: ‘suficiente para todos para siempre'. Y todavía nos falta mucho para llegar a eso.
“Ahora esperamos que renazca el modelo económico, pero esa no es la solución, si lo que queremos es aumentar la eficiencia. Eso significaría producir más bienes cada vez más baratos y agotar así más rápidamente los recursos no renovables. Si no cambiamos de raíz nuestra forma de pensar, nos dirigimos hacia la propia destrucción”, advierte Charles Hopkins, de la Universidad de York, Toronto.
La receta que en otros tiempos era útil para mil millones y medio o dos mil millones de personas, dado que aún se contaba con recursos naturales, ya dejó de funcionar. Y la transformación será enorme. No sólo la economía debe cambiar, sino también la relación de cada individuo con el consumo y los recursos. Achim Steiner también advierte: “Hay algo que hoy ya sabemos con seguridad: no podremos vivir en paz sobre este planeta si adoptamos los modelos económicos del siglo 20 y simplemente los aplicamos al siglo 21.”
Autora. Helle Jeppesen/ Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas-Sasse