La Sinfónica de Dresde contra el muro de Trump

El director de orquesta alemán es el impulsor del proyecto musical que el 3 de junio de 2017 se hizo realidad en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos.

Al llamado Parque del Mar, situado a un lado de la playa donde los barrotes de acero se hunden en el mar, llegaron periodistas de todo el mundo atraídos por la singular protesta contra el proyecto más controvertido de Trump.

Luis Santoyo nació en Tijuana y ahora vive en San Diego. Trabaja como voluntario en sindicatos y organizaciones civiles. "Aunque hay gente que tiene miedo y que va con más precaución, hay quienes se animan a manifestarse en las calles en contra de las políticas represivas y racistas del presidente Trump", dice a DW.

Entre los momentos estelares del concierto, el estreno de una obra del compositor alemán Wieland Reissmann, la balada "Beyond” (Más allá), así como la improvisación de Harald Thiemann "The Big, The Bug, The Cricket & the Quack (El grande, el bicho, el chapulín y el graznido), en donde la reja y el muro fronterizos se convirtieron en instrumentos de percusión.

Markus Rindt extendió la invitación a músicos y artistas a sumarse a la iniciativa a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. A ella se sumó el artista plástico Enrique Chiu, originario de Guadalajara. "Mi proyecto consiste en pintar un muro colectivo de dos kilómetros. Ya llevamos un kilómetro y medio, y han participado ya 1.500 personas de todo el mundo".

Un puñado de personas, no más de ocho, se plantan del lado estadounidense mirando hacia el mexicano con pancartas en las que puede leerse: "¡Presidente Trump, construya el muro!", mientras hacen ondear enormes banderas con las barras y estrellas. Además, tratan de boicotear el concierto con un incesante ruido de sirenas.

El concierto fue financiado a través de una colecta en Kickstarter.com, en la que se comprometieron unas 350 personas con donativos de muy diversos montos.

"¿Para qué sirve el muro?”, se pregunta Rodrigo Soto Aguilera. Él mismo responde: "Para nada. Sólo sirve para que se rompan las relaciones humanas, porque se sigue pasando droga y todo lo que ellos quieren. Los muros siempre cayeron y que venga alguien de Alemania a decirlo es muy significativo”, dice.