La ruta del contenedor entre Alemania y América Latina
11 de noviembre de 2024Detrás de una compra en una tienda o del paquete que trae el cartero, cosas de todos los días que damos por sentadas, hay un engranaje invisible: la logística. "Es el sistema que hace que la carga o servicio se entregue. El desafío es que ojalá se haga en los tiempos correctos, en el lugar correcto y también en el precio correcto", dice a DW Gordon Wilmsmeier.
El director del Centro Hapag-Lloyd para transporte marítimo y logística global (CSGL), en la Universidad de Logística Kühne (KLU) de Hamburgo, Alemania, comenta que esta industria vivió una relativa calma, pero -tras un período de crisis financiera- la pandemia de COVID-19 trajo mayor demanda, lo que hizo evidente la necesidad de interconexión y los problemas del sistema. A partir de ahí y con el posterior desarrollo, hoy la industria logística se encuentra fuertemente desafiada.
"Por un lado, por el entorno que tenemos con los efectos del cambio climático, pero también por temas geopolíticos que nos afectan y, por último, también por falta de capital humano o de infraestructura", explica el investigador de Hamburgo, quien es también profesor asociado de logística en la Universidad de los Andes, en Bogotá, Colombia.
"Un sistema relativamente frágil"
Wilmsmeier indica que se trata de "un sistema relativamente frágil. Normalmente funciona muy bien. Pero, en el momento en que un elemento falla, puede tener un efecto dominó. Pierdo el camión que lleva el contenedor al puerto, el barco se fue y se desarticula el sistema".
Un verdadero rompecabezas, en que cada pieza es necesaria y debe encajar a la perfección. "La mayoría no nos damos cuenta cuando vamos al supermercado de que hay fruta que viene de Chile o de Colombia. Solamente cuando esto no funciona y aumentan entonces los costos y los precios, lo que también notamos", observa Wilmsmeier.
En opinión de Sebastian Hertel, director gerente de la empresa alemana Schryver Logistics, es un desafío global. Una catástrofe climática en Brasil puede afectar un buque, que después hace falta en otro punto de América Latina. "Es un ecosistema en el que todos los participantes en la cadena de logística se ven afectados. Si una parte no funciona tiene implicaciones prácticamente para todo el mundo", dice a DW.
En América Latina, "el déficit se mantiene"
Antiguamente, el tiempo de ruta de un contenedor entre América Latina y Alemania era relativamente planificable, comenta Wilmsmeier. Dependiendo de qué puerto de la región salía, podía demorar unos 25 a 30 días. "Hoy, la verdad, no se sabe. Pueden ser 20 días, 40 o 50, porque hay disrupción del sistema, no hay capacidad disponible, se cambia la ruta. Entonces, es mucho más difícil, la volatilidad es más alta", dice el profesor de logística.
A pesar de que se ha avanzado mucho en infraestructura en casi todos los países de América Latina, el crecimiento de las economías impone presión a los servicios de logística: "El parque industrial sigue creciendo, hay más interés por importar y exportar, más contenedores, más maquinaria y más transporte de carga y pasajeros, con lo que el déficit se mantiene", observa Hertel.
Esta semana, Perú inaugura el nuevo puerto de Chancay, una colosal obra con inversión mayoritaria de la empresa estatal china Cosco Shipping Group, que promete convertirse en el primer centro logístico del Pacífico sudamericano.
El megapuerto, automatizado y con acceso terrestre directo por un nuevo túnel, podrá recibir los mayores buques de carga, de hasta 24 mil contenedores. Una nueva ruta de la seda y puerta de entrada de Asia, que no ha estado exenta de polémicas, por denuncias de impacto ambiental y social, pero también por el eventual influjo en la geopolítica del continente.
Retos en seguridad y sostenibilidad
Al desafío de la infraestructura se suma la necesidad de fortalecer la capacidad de seguimiento de las cargas, para saber dónde se encuentran, así como la digitalización del sistema y los retos de la seguridad y la corrupción en América Latina.
"En el tema de la seguridad no hay avances. Incluso es al revés. En Ecuador, por ejemplo, no se puede hacer un chequeo de rayos X porque no hay gente que quiera hacer ese trabajo, por seguridad de sus familias. Al final los contenedores llegan a Hamburgo, a Rotterdam o a Amberes y hacemos los chequeos aquí, con costos mayores y con demoras en el tiempo de tránsito", señala Hertel.
Otro de los grandes desafíos es la sostenibilidad. Wilmsmeier indica que "los avances en la reducción de emisiones no han sido eficientes. Se necesita avanzar más rápido, lo que requiere un cambio tecnológico en camiones, aviones y barcos".
El consultor internacional en logística comenta que uno de los obstáculos para acelerar este cambio es que "muchas veces en Latinoamérica las empresas no tienen acceso a herramientas financieras para hacer estas inversiones, particularmente las de transporte de carga terrestre no son parte del sistema financiero. Ese es un reto grande donde se conecta la competitividad y lo tecnológico con la sustentabilidad, porque faltan posibilidades de inversiones".
Desde el ámbito académico y los entes gubernamentales, los países están aumentando sus esfuerzos para perfeccionar este rompecabezas, del que dependen la industria, el comercio y el suministro de bienes y servicios. La Universidad de los Andes, en Colombia, y la Andrés Bello, en Chile, cuentan con centros latinoamericanos de innovación en logística. En este último país, además, la iniciativa estatal Conecta Logística promueve el trabajo conjunto entre el sector privado, público y la academia.
Para Alemania, también es un tema prioritario. Fue uno de los focos del último Día de América Latina, organizado por la asociación empresarial con intereses en la región Lateinamerika Verein (LAV). En el encuentro realizado en Hamburgo, se abordaron los desafíos de reestructuración y soluciones en la logística, que deben ir de la mano del desarrollo y la digitalización de la producción industrial en Alemania.
(rml)