La retirada de Irak
20 de agosto de 2010Libération, de París: “Estados Unidos ganó la guerra de Irak. Pero algunas victorias salen tan caras como una derrota. (…) ¿Podemos realmente decir que una guerra ha sido ganada cuando ésta le costó la vida a 4.000 miembros de la coalición que nos apoyaba y a por lo menos 100.000 ciudadanos iraquíes que debíamos liberar, cuando se gastaron 2.300 millones de euros que seguramente podrían haber sido mejor invertidos, (…) cuando el sueño neo-conservador de una región abierta a la democracia y a la concordia israelí-palestina fracasó debido a las realidades políticas y culturales del Cercano Oriente? (…) Queda un fuerte argumento en pie a la hora de justificar esta tragedia: ¿Acaso se debió dejar a Sadamm [Hussein] en el poder? Seguro que no. Pero quizás haya habido otras maneras de neutralizarlo.”
Una costosa y longeva guerra
Die Presse, de Viena: “El ex ministro de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, quería una guerra barata y rápida, pero terminó siendo una muy costosa y longeva. (…) Sin embargo, es de suponer que el costo político que tendrá para Estados Unidos será mucho mayor: el ataque puso al país en la posición del agresor que irrespeta el derecho de los pueblos. Las imágenes que capturaron los abusos cometidos por los solados estadounidenses en contra de los prisioneros de guerra iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, el video que registró la ejecución de un rebelde herido durante la ofensiva de Falluja… todos eso ha enterrado la credibilidad de Estados Unidos en materia de derechos humanos. ¿Qué tiene de positivo esta retirada? Sin duda, el final de la dictadura de Saddam Hussein. Bajo su mando, Irak no habría tenido futuro alguno. Saddam era un dictador horroroso, que a veces agredía a los kurdos y otras a los shiítas en su país. (…) Pero, por qué Estados Unidos no trató de expulsar a Saddam Hussein de Bagdad sin apelar a la guerra, eso nunca se sabrá”.
Retirada marcan un cambio irrevocable
Corriere della Sera, de Milano: “La retirada anticipada de Irak por parte de las tropas estadounidenses no tiene que ver solamente con consideraciones de carácter operativo sobre la seguridad en ese país, sino probablemente también con el deseo de Barack Obama de demostrar –por fin– que puede cumplir con uno de los compromisos adquiridos por su país en materia de política exterior. Su predecesor, George W. Bush, ya había previsto una retirada anticipada de la guerra iniciada en 2003. Por su parte, Obama ha ido más lejos. (…) Ahora, la retirada de los últimos batallones marcan de manera irrevocable un cambio. Y este cambio obliga a que se mencionen dos cuestiones importantes: por un lado, todavía se tiene miedo a lo que ocurrirá en Irak; por otro, se está intentado hacer un balance imparcial (no partidista) de la ‘guerra de Bush’ ”.
Una retirada como la quería Obama
Frankfurter Allgemein, de Fráncfort del Meno: “Este jueves, antes de que concluyera el plazo fijado para ello, las últimas brigadas de combate estadounidenses abandonaron Irak. Con eso termina una guerra tal como la administración Obama lo quería y se lo imaginaba; una guerra que empezó hace siete años con una invasión propiciada por Bush y Blair, y muy controversial desde el punto de vista del derecho de los pueblos. Más de 4.000 soldados estadounidenses perdieron la vida, decenas de miles de iraquíes fueron asesinados desde 2003; la mayoría de ellos pereció víctima de un atentado terrorista. ¿Basta mencionar el derrocamiento de Saddam Hussein y el renacimiento político en Irak para justificar esta guerra? (…)
Autor: ERC / agencias
Editor: José Ospina Valencia