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La reina Isabel II finalmente descansa en su sepulcro

20 de septiembre de 2022

Un largo día de servicios religiosos y procesiones marcó el final de 10 días de luto por Isabel II. Ahora, la reina está enterrada y la vida cotidiana está lista para volver al reino. Bernd Riegert reporta desde Londres.

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Uniformados cargan el féretro de Isabel II.
Muchos momentos solemnes marcaron la jornada del entierro de Isabel II.Imagen: Jonathan Brady/PA Wire/picture alliance

Su hijo permaneció en silencio mientras los 2.000 invitados de honor cantaban el himno nacional en la abadía de Westminster al final de la ceremonia de Estado de la difunta reina Isabel II. Dios salve al rey, se titula ahora la cancion. Se refiere al nuevo rey Carlos III. El propio monarca no canta el himno.

Todavía lleva tiempo acostumbrarse a la nueva línea, dice Joanna Hughes, quien asistió al servicio como profesora de la Queen's University, en Belfast, y como representante del sistema educativo de Irlanda del Norte. "Mucha gente todavía quiere cantar Dios salve a la reina", apunta.

"Fue muy conmovedor, hermoso y digno", dijo Hughes a DW. "Muchos invitados tenían lágrimas en los ojos, incluso reyes y presidentes". Alrededor de 500 jefes de Estado, monarcas reinantes y parientes nobles de los Windsor se reunieron en Londres. "No olvidaré este día", expresa.

Hijo y rey: Carlos III en la abadía de Westminster
Hijo y rey: Carlos III en la abadía de WestminsterImagen: Marco Bertorello/AFP

Un largo adiós

Fue largo el día de la última despedida de Isabel II, diez días después de su muerte: una procesión desde Westminister Hall, donde su ataúd había sido colocado por cuatro días, hasta llegar a la abadía de Westminster, donde se realizó el primer servicio. Luego, otra procesión con ataúd, 4.000 soldados y bandas militares desde Westminster, pasando por el palacio de Buckingham, hasta el Arco de Wellington, en Hyde Park.

Posteriormente, un viaje de dos horas en un vehículo fúnebre de cristal hasta el castillo de Windsor y otra procesión hasta la Capilla de San Jorge, donde se lleva a cabo otro servicio en el que se retiran del ataúd las insignias del poder: la corona, el cetro y el orbe. Por último, el entierro privado en la tumba de la familia Windsor, en la que los padres, la hermana de la reina y su esposo, el príncipe Felipe, ya tienen su última morada. Y decenas de miles, cientos de miles de personas, siempre bordean el último camino de la popular monarca que tuvo 70 años de reinado.

Decenas de miles acompañan el carro fúnebre hasta la residencia de la familia Windsor
Decenas de miles acompañan el carro fúnebre hasta la residencia de la familia WindsorImagen: Paul Childs/EUTERS

Escepticismo sobre la corona

Sin embargo, no todos los británicos son tan entusiastas. El abogado y activista ambiental Paul Powlesland está trabajando para garantizar que las protestas contra el nuevo rey y una discusión sobre el futuro de la monarquía constitucional también sean posibles después del final del período de luto. Según encuestas, alrededor de una cuarta parte de los británicos apoya la abolición de la monarquía.

Antes de su proclamación oficial el 10 de septiembre, Carlos III prometió en un discurso televisado que serviría de por vida, como su madre. Pero dada su edad, es probable que su reinado sea mucho más corto. Carlos III se convirtió en rey a los 73 años. La nueva reina, Camila, ya tiene 75.

La pareja muestra una imagen muy diferente a la de hace 70 años, cuando Isabel y Felipe, una pareja joven, deslumbrante y dinámica, asumieron la corona para devolver el optimismo a Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial.

El príncipe Andrés (izquierda en la imagen) con los corgies Mick y Corgy y sus guías antes del funeral en el castillo de Windsor
El príncipe Andrés (izquierda en la imagen) con los corgies Mick y Corgy y sus guías antes del funeral en el castillo de WindsorImagen: Peter Nicholls/REUTERS

Tareas para Carlos III

Quizá para calmar a los escépticos, Carlos III anunció que reduciría la parte activa de la familia real y desempolvaría las tradiciones monárquicas. Pero, sobre todo, su tarea será mantener unidas a las cuatro naciones de su reino natal.

En Escocia, Gales e Irlanda del Norte hay movimientos de diferentes fuerzas a favor de la independencia. La Commonwealth, la asociación flexible de la mayoría de las antiguas colonias británicas, también podría desmoronarse. Carlos III sigue siendo rey en 15 de los 56 países de esta unión. Pero algunos de ellos, como Antigua y Barbuda, Nueva Zelanda y Australia, pronto podrían declararse repúblicas.

Volver ahora a la política

Pasados los 10 días de luto, la vida cotidiana debería volver a empezar. La primera ministra británica Liz Truss, quien fue invitada a formar gobierno por Isabel II solo dos días antes de su muerte, ahora debe cumplir. Y este viernes presentará su presupuesto. Los votantes esperan medidas para combatir la alta inflación, especialmente de los precios de la energía, y al mismo tiempo los prometidos recortes de impuestos.

(rr/ers)