La región del Pacífico cuestiona el rol de Europa
13 de noviembre de 2013Con motivo de los 500 años del descubrimiento del Océano Pacífico por el navegante español Vasco Núñez de Balboa, en el Instituto Cervantes de Bruselas tiene lugar hasta el 1 de diciembre el ciclo: “El valor de soñar”. Partiendo de las relaciones entre América Latina y Asia, su auge económico y la crisis europea, se plantea la pregunta si esta recentralización de las corrientes de crecimiento económico acabará por dejar fuera a la vieja Europa.
Según Cristiane Staellert, catedrática en Lovaina y Amberes, éste es el momento de “reflexionar sobre la importancia del Pacífico, 500 años después de la primera globalización que hizo posible la actual”.
Europa y su crisis
A cinco siglos de que el aventurero extremeño contemplase las aguas de ´la Mar del Sur´ desde la costa del actual Panamá, el continente del que partió la colonización se encuentra en crisis.
La falta de crecimiento, las dificultades de gobernabilidad, el desmoronamiento del estado de bienestar y el débil papel de Europa como actor global son elementos de la actual crisis europea, recuerda Gustavo Hernández, de la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción del Desarrollo.
El auge latinoamericano
La incidencia de lo anterior en las relaciones con América Latina la ejemplifica el antropólogo peruano con la evolución del volumen del comercio entre las dos orillas: si en la década de los 1970, Europa era el destino del 35% de las exportaciones de América Latina, hoy lo es sólo del 14% otro tanto se va a Asia y un 18% se destina al comercio intrarregional.
Esta situación la subraya el surgimiento en 2011 de la Alianza del Pacífico. Los países que la conforman –México, Chile, Colombia y Perú- forman una franja de apertura y salida hacia los nuevos focos de crecimiento. A pesar de su corta vida, a las puertas de esta plataforma han tocado ya, en calidad de observadores, tres países europeos: España, Italia y Alemania.
Desventajas y ases
Según Francisco Javier Antón, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, son varias las desventajas con las que Europa –que comprende no sólo a la Unión Europea- enfrenta la actual globalización. Evidente es la ausencia de materias primas, en un territorio muy limitado: “cuatro Europas caben en Asia, dos sólo en América del Sur”, recuerda Antón.
Otra desventaja: su población reducida y su envejecimiento: de los 400 millones de habitantes de la UE, un alto porcentaje ha pasado el umbral de los 65 años. Es más, Rusia, de aquí al 2050, verá su población mermada en un 50%.
No obstante, “la UE es la región de mayor producto interno bruto del planeta y Rusia, la séptima. Europa es un factor determinante en la globalización”, subraya el geógrafo español.
Crucial es también, en su opinión, su localización: se encuentra en entre los dos grandes circuitos de circulación. “Independientemente de que se puedan crear otros, éstos van a seguir existiendo. Y luchará por mantenerlos”, subraya Antón recalcando, a pesar de todas las crisis, la superioridad tecnológica que sigue como un as en la manga del Viejo Continente.
No es oro todo lo que brilla
El Pacífico en auge, el Atlántico en declive. Los especialistas matizan. Por un lado, Hernández resalta la poca estabilidad del auge económico de América Latina que ha centrado su crecimiento actual en la exportación de commodities –petróleo, energía, alimentos-, cuyo precio se determina en Londres y Nueva York. “Si entre 2001 y 2005 el sector primario era el responsable del 44% de las exportaciones de América Latina, en el período 2006-2010, lo fue del 56%”, recuerda Hernández.
Por otro lado, Antón enfoca la gran debilidad de los nuevos actores: “hay que recordar que en México, la nueva gran potencia, la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza más severa, con menos de un dólar al día”.
Así las cosas, ¿cuál es la perspectiva para Europa en esta nueva globalización? “Dado que no tenemos recursos energéticos, ni mineros, exportaremos el tema verde y su tecnología. Y también cultura, para todos los países de Iberoamérica que proceden de españoles, italianos y franceses”, afirma, recordando que los tres mayores destinos turísticos mundiales y los centros de importantes mercados lingüísticos se encuentran en Europa. No obstante, y con respecto a los asiáticos y el Pacífico, el especialista concluye que “Europa estará abocada a competir”. Y que el punto central estará en definir en qué términos será esta nueva competencia, ya no sólo por el área del Pacífico.