La Puerta de Brandeburgo, uno de los emblemas de Berlín
La Puerta de Brandeburgo, el símbolo de la unidad alemana, construido en 1791, fue el marco de momentos decisivos de la historia europea.
Monumental símbolo de la unidad
Hasta el siglo XIX, Berlín estaba rodeado por un muro aduanero, y solo se podía ingresar a la ciudad a través de 18 portales. Todos fueron demolidos, salvo la Puerta de Brandeburgo, que es hoy una de las mayores atracciones turísticas de Berlín, y uno de los monumentos más emblemáticos, no solo de la capital alemana, sino de todo el país.
La Atenas a orillas del río Spree
Este dibujo de la antigua puerta de Berlín es de 1764. Encargada por Federico Guillermo II de Prusia, la Puerta de Brandeburgo se inauguró el 6 de agosto de 1791. El arquitecto, Carl Gotthard Langhans, se inspiró en el pórtico de la Acrópolis de Atenas. En el siglo XVIII, Berlín ya gozaba de la fama de ser un centro de la cultura, y por eso se la llamaba la "Atenas a orillas del Spree".
El portal de la paz
En 1793 se le agregó una cuadriga, obra del escultor Johann Gottfried Schadow. La escultura representa un carro tirado por cuatro caballos y guiado por la diosa griega Irene ("Aquella que trae la paz"). Ya los valores de la Revolución Francesa se abrían camino rumbo a Europa, y por eso la puerta que que daba al sendero hacia Brandeburgo se bautizó "Puerta de la paz" (Friedenstor, en alemán).
Trofeo de guerra
A pesar de esos nobles ideales, la Puerta de la paz se convirtió pronto en escenario de la guerra. En 1806, los soldados de Napoleón marcharon victoriosos a través de ella y desmontaron la Cuadriga, llevándosela a París como trofeo de su triunfo. Aunque el plan era exhibirla en la capital francesa, la escultura terminó siendo guardada allí en partes y arrumbada en cajas.
Regreso triunfal
Luego de la derrota de Napoleón, la Cuadriga retornó a Berlín en 1814, gracias al general Ernst von Pfuel. A partir de entonces, su familia obtuvo el permiso de pasar por la Puerta de la Paz, un privilegio reservado a los emperadores. La estatua fue rediseñada por Karl Friedrich Schinkel, representando a Nike, la diosa de la victoria, sosteniendo una cruz y un águila prusiana.
Propaganda nazi
En enero de 1933, el partido nazi celebró la toma del poder de Hitler con un desfile de antorchas que cruzó la Puerta de Brandeburgo. Berlín iba a ser la "Capital Mundial de Germania", y se iba a construir un nuevo e inmenso arco de triunfo, después de la planeada victoria en la II Guerra Mundial. Para eso, los nazis querían destruir muchos monumentos, pero no la Puerta de Brandeburgo.
La época de la posguerra
La Puerta de Brandeburgo fue seriamente dañada durante la II Guerra Mundial, pero quedó en pie. Como estaba en el sector ocupado por la Unión Soviética, la bandera de al URSS ondeó sobre el portal desde 1945 hasta 1957, cuando se la reemplazó por una bandera de Alemania Oriental. De la cuadriga quedó muy poco: sobrevivió la cabeza de uno de los caballos, que se guarda en el Märkisches Museum.
Restauración en 1957
Afortunadamente, se conservó un molde de yeso de la cuadriga, hecho en 1942, que permitió rehacer la escultura. A pesar de las disputas, las autoridades de Berlín Occidental y Berlín Oriental volvieron a colocar la Cuadriga sobre la Puerta de Brandeburgo en 1957, pero el gobierno de Berlín Oriental le quitó la cruz de hierro y el águila prusiana poco después
Tierra de nadie
Cuando se empezó a construir el Muro de Berlín, el 13 de agosto de 1961, el acceso desde Berlín Occidental quedó bloqueado, dado que el muro formaba un arco que llevaba fuera de Alemania Occidental. La Puerta de Brandeburgo estaba en el medio de la zona prohibida y se convirtió en símbolo de la división de Alemania. "¡Atención! Usted abandona ahora Berlín Occidental", era una clara advertencia.
"¡Derribe este muro!"
El 12 de junio de 1987, la Puerta de Brandeburgo fue el telón de fondo del famoso discurso del presidente de EE. UU., Ronald Reagan, en el que citó al entonces presidente de Alemania Occidental, Richard von Weizsäcker, que había dicho: "La cuestión alemana seguirá abierta mientras la Puerta de Brandeburgo esté cerrada". En su discurso, Reagan pidió: "¡Sr. Gorbachov, derribe este muro!".
Símbolo de la reunificación
Cuando se abrió el Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, miles de personas llegaron a la Puerta de Brandeburgo para celebrarlo, y esta pasó a ser un símbolo de libertad y unidad. En la noche de año nuevo de 1989/1990, el portal sufrió algunos daños, y ciertas partes fueron robadas, pero se reparó por completo en el año 2000, reintegrando el águila prusiana y la cruz de hierro.
Efectos de luces
Todos los años, en la Puerta de Brandeburgo se ofrece el Festival de las luces, con proyecciones y esculturas lumínicas. El portal en Berlín es también un emblema de la solidaridad, como se ve aquí, en junio de 2016, en un homenaje a las víctimas del atentado homofóbico en un club nocturno en Orlando, EE. UU.
Famoso punto de reunión
Actualmente, los turistas visitan el Pariser Platz para tomar fotos de uno de los monumentos icónicos de la capital alemana. También es centro de grandes eventos, ya sean protestas o celebraciones, como la de la noche de Año Nuevo. Cuando se realizan campeonatos de fútbol, decenas de miles de hinchas se encuentran en la "milla de los fans" para mirar los partidos en pantallas públicas y festejar.
Lugar histórico de memoria y esperanza
La Puerta de Brandeburgo fue testigo, junto con los ciudadanos, de los momentos más dramáticos y felices de más de 200 años de historia europea. Y este monumento sigue siendo un símbolo de la esperanza de libertad y paz para las siguientes generaciones.
La Puerta de Brandeburgo es uno de los monumentos más famosos de Alemania. Cientos de turistas lo visitan día a día, un escenario de momentos decisivos de la historia de Alemania y de Europa. Aquí se lo mostramos.