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La proyección marítima del poderío chino

Hans Spross (ER/EL)3 de septiembre de 2015

El presidente chino, Xi Jinping, aseguró durante la parada militar celebrada en Pekín que su país no aspira a la hegemonía ni a la expansión. Pero China respalda sus intereses nacionales con vastos arsenales.

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El portaviones chino LiaoningImagen: picture alliance/AP Images/W. Xizeng

El gasto militar chino aumenta desde comienzos del milenio, lo cual podría ser considerado algo natural, en vista del crecimiento que exhibía la economía del país hasta hace poco. Pero a los vecinos de China, y en especial a los que tienen disputas pendientes, les inquietan las intenciones poco clara de Pekín. Y también Estados Unidos ve un desafío en el rearme chino.

Si bien solo se puede hacer conjeturas sobre la distribución del presupuesto por tipos de armas, expertos occidentales no dudan que el Ejército Popular chino centra sus afanes de modernización en la Marina y la Fuerza Aérea. También encaja en este cuadro el anuncio realizado por el presidente Xi Jinping en la parada militar de Pekín, en cuanto a que se reducirá el personal militar en unos 300.000 efectivos.

Marina de guerra

De acuerdo con Siemon Wezemann, especialista en armamento del instituto SIPRI, la Marina china constaba hasta los años 90 de “numerosos barcos pequeños y solo unos pocos y en su mayoría anticuados buques de guerra en condiciones de operar en alta mar; y eso solo en teoría, porque en la práctica no disponían de unidades de aprovisionamiento”. China trabaja entretanto en la construcción de varios grandes buques de guerra que pronto convertirán su Marina en “la número 2 en los mares del mundo”, después de la estadounidense, dice Wezemann.

El país ya dispone de una flota de submarinos de 66 unidades convencionales (aparte de cuatro equipados con misiles intercontinentales) y varias naves anfibias de ataque. Expertos occidentales parten del supuesto de que también se están construyendo entre dos y cuatro portaviones, además del “Lianoning”, que está en servicio. Con nuevas fragatas del tipo “Jiangkai II” y destructores del tipo “Luyang III”, la Marina china ya está en condiciones de llevar a cabo operaciones en alta mar, según dijo a DW Rukmani Gupta, del instituto IHS Jane's.

Imagen captada durante la parada militar en Pekín.
Imagen captada durante la parada militar en Pekín.Imagen: picture-alliance/dpa/A. Wong

También la Fuerza Aérea

También la Fuerza Aérea china está invirtiendo en la modernización de sus aviones. Según Rukmani Gupta, China quiere tener también aviones cisternas, para aumentar el “alcance estratégico”, y también está desarrollando una gran nave de transporte militar (“Y-20”). A juicio de observadores occidentales, el propósito es contar con una fuerza de disuasión operativa en grandes distancias. “China quiere lograr que Estados Unidos se lo piense dos veces antes de enviar buques al Pacífico occidental”, indica Andrew Scobell, del think tank estadounidense RAND-Corporation. Se trata de poner coto a la intromisión de Washington en la esfera de influencia china. El asunto cobra un aspecto candente en vista de los compromisos de defensa que Estados Unidos tiene con vecinos de China, como Japón y Filipinas, y las disputas territoriales de la zona.

El experto de SIPRI menciona también otro motivo del rearme: la dependencia china del intercambio comercial con regiones del mundo en parte muy lejanas. Para proteger las vías de transporte, o disuadir a potenciales enemigos de perturbarlas, se requiere aliados fiables –que China no tiene- o bien la capacidad enviar fuerzas militares, por ejemplo, al Océano Índico.