La respuesta de Berlín ante la presión de los talibanes
5 de septiembre de 2024A finales de julio, los talibanes anunciaron públicamente que sólo reconocían como sus representantes legítimos en Europa a las embajadas en España, Bulgaria, la República Checa y los Países Bajos y al consulado en Múnich. "Estas misiones diplomáticas siguen las instrucciones de Afganistán y representan al país en los países anfitriones", dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid en entrevista con DW. Mujahid dice: "Esas misiones cargan con responsabilidades y cumplen nuestras órdenes". Es decir, que, según el portavoz, el consulado de Múnich sigue instrucciones de Kabul.
Para comprender esta situación, hay que saber que la mayoría de los representantes afganos en Europa se distanciaron de los talibanes después de que llegaran al poder, en agosto de 2021. Ya no reciben dinero de Kabul ni envían informes allí. En los últimos tres años, sin embargo, los talibanes no han puesto objeciones a las actividades de las intituciones, que representan a Afganistán, y les permitieron llevar a cabo tareas consulares para los aproximadamente 420.000 afganos que viven en Alemania.
La embajada en Berlín y el consulado en Bonn no quieren cooperar más con los talibanes, y sus actividades están casi paralizadas. Dado que los talibanes ya no reconocen los documentos de dichas representaciones diplomáticas, estas también pierden su mayor fuente de ingresos. Eso hace que su estatus diplomático sea aún más confuso de lo que ya era. El negocio consular en Múnich, en cambio, prospera. Ni el embajador en Berlín ni el cónsul en Múnich quisieron hablar con DW.
Diplomáticamente paralizados
Después de aproximadamente una semana, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán respondió a la decisión de los talibanes en un "comunicado formal" dirigido al "Ministerio de Asuntos Exteriores en funciones" en Kabul. El Ministerio de Asuntos Exteriores habla actualmente de "conversaciones técnicas” con el gobierno de facto. DW tuvo acceso al documento. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán acepta que haya servicios consulares en Múnich para los afganos de toda Alemania.
Según el derecho internacional, el Gobierno alemán difícilmente puede tomar medidas contra esto, dice Winfried Kluth, jurista de la Universidad de Halle-Wittenberg. El hecho de que Alemania no proteste contra ello es “una expresión de pragmatismo político”. "El interés de Alemania es que todavía exista un consulado donde se puedan hacer ciertas cosas, por ejemplo, expedir visados o pasaportes para las deportaciones", explica.
En el comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania rechaza la intención de los talibanes de que en Múnich se puedan gestionar los asuntos de los afganos de toda Europa. Esto contradice la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, según el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. La objeción de Berlín es, de hecho, simbólica, ya que nadie puede controlar si los afganos que se presentan en el consulado de Múnich proceden de Alemania o del extranjero.
Temores de la diáspora
En tono diplomático, el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores indica en el documento que está dispuesto a hablar de soluciones.
La nueva situación está provocando temores en la comunidad afgana. "La diáspora todavía tiene familias en Afganistán", afirma Patoni Teichmann, activista social afgana. "Si los talibanes obtienen información personal de las embajadas, podrían presionar a la gente más fácilmente", dijo.
De hecho, los talibanes pronto podrían intentar enviar a su propia gente para que se encargue de realizar las tareas diplomáticas en Alemania. Y esto presionaría a Alemania, en un momento en el que el gobierno quiere lograr más deportaciones a Afganistán. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania aseguró a DW que "el requisito previo para normalizar las relaciones con Afganistán es el cumplimiento por parte de Afganistán de las obligaciones internacionales, incluso, y en especial, las obligaciones en materia de derechos humanos. Este requisito aún no se ha cumplido".
Conversaciones técnicas o pasos hacia la normalización
Cada vez se menciona más en público que Berlín mantiene "conversaciones técnicas” con el gobierno de facto de Kabul.
Dado que la embajada de Alemania en Kabul está cerrada desde que los talibanes llegaron al poder, en agosto de 2021 y que Alemania no tiene un embajador acreditado en Afganistán, se habla -por debajo del nivel político- "sobre todo de nuestra oficina de enlace en Doha para los representantes del gobierno de facto radicados allí", afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en una rueda de prensa del Gobierno.
Pero si se trata de asuntos políticos importantes, como la reciente deportación directa de delincuentes a Kabul desde Leipzig, a finales de agosto, el Gobierno alemán dijo que no mantuvo ninguna conversación técnica, sino que recurrió a la ayuda de países intermediarios, como Qatar.
También es sorprendente que, tanto el remitente como el membrete del documento del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán enviado a los talibanes como "comunicado formal”, sea la "Embajada de la República Federal de Alemania en Kabul”. El jurista Winfried Kluth considera eso una "zona gris” y posiblemente "una medida de encubrimiento”, porque la embajada de Alemania en Kabul está actualmente cerrada. Esto "contradice los hechos jurídicos y es difícil entenderlo", afirma el experto. El Ministerio de Asuntos Exteriores no quiso hacer comentarios al respecto.
Los talibanes "venden el hecho de que se celebraran conversaciones técnicas como un paso importante hacia el reconocimiento diplomático", opina el experto en Afganistán Thomas Ruttig en entrevista con DW.
La comunidad afgana en Alemania quiere manifestarse el 11 de septiembre en Berlín contra las nuevas reglas de los talibanes.
(rmr/cp)