La prensa alemana: Cuba destierra a sus artistas críticos
1 de octubre de 2021El Berliner Zeitung, de la capital alemana, reseña el destierro del artista Hamlet Lavastida, exbecario de la Künstlerhaus Bethanien de Berlín, quien apenas regresado a La Habana desde Alemania fue detenido el 26 de junio, torturado y ahora desterrado de su propio país:
"Lavastida había salido de la cárcel de La Habana, pero no hacia la libertad. Fue subido a la fuerza en un avión con destino Polonia. El pasado 26 de septiembre, el artistaaterrizó en Varsovia junto con su pareja, la poeta Katherine Bisquet Rodríguez. Veinte guardias de seguridad habían acompañado a Bisquet al aeropuerto. Los funcionarios les dijeron que era un viaje sin retorno.
Tras llegar a Varsovia, Katherine Bisquet explicó que exiliarse era la única manera de liberar a Hamlet Lavastida de la cárcel. Había sido chantajeada. Le dijeron que Lavastida solo sería liberado con la condición de que ambos abandonaran el país, escribe Bisquet. Cada día que se negaba a solicitar su visado de salida significaba un día más de detención para su novio.
Lavastida fue aislado en un lugar desconocido desde el 20 de septiembre. ‘Nos violaron, nos expatriaron, nos asesinaron, nos encarcelaron, nos censuraron, y todo ocurrió en silencio, cerca, en nuestro patio, en nuestra propia casa', expresó.
Lavastida ha criticado repetidamente al gobierno y ha lamentado la represión de sus colegas cubanos y su criminalización, especialmente tras los acontecimientos del 27 de noviembre de 2020, cuando cientos de artistas se manifestaron frente al Ministerio de Cultura contra la exclusión y la discriminación de los disidentes. Muchos de ellos están bajo arresto domiciliario. El grupo 27N surgió de las protestas. El artista Lester Álvarez dice que ‘el único motivo de la detención de Lavastida era que expresaba libremente su opinión sobre el autoritarismo del gobierno cubano'”.
¿Quién y qué falló en Brumadinho?
El rotativo Frankfurter Allgemeine Zeitung analiza la apertura del juicio contra la empresa alemana TÜV Süd, sindicada de haber fallado en la expedición del certificado de estabilidad de la represa brasileña de Brumadinho, cuya rotura causó 260 muertes:
"En la sala del Tribunal Regional de Múnich, Stadelheim, donde otrora se trató el escándalo del diésel que rodea al ex jefe de Audi, Rupert Stadler, está ahora en juego el esclarecimiento y la indemnización por uno de los mayores desastres medioambientales de los últimos tiempos.
En primer lugar, se trata de un modelo de demanda que apunta a la indemnización para el municipio de Brumadinho y para los familiares de una ingeniera de la empresa Vale. Pero si TÜV asumiera la responsabilidad, como pide la parte demandante, la empresa de inspecciones tendría que enfrentarse a todos los demás demandantes. Y, probablemente, también tendría que pagar por los daños medioambientales, que podrían ascender a miles de millones.
El jefe de la asesoría jurídica de TÜV, Florian Stork, expresó sus condolencias a los familiares en el tribunal. Pero también afirmó que la empresa estaba convencida de que no tenía ninguna responsabilidad en la muerte de los afectados, a pesar de que una filial había inspeccionado la presa seis meses antes y la había considerado segura. Philipp Hanfland, del bufete de abogados Hengeler Müller, aclara que el operador es también responsable de los daños causados por la represa manejada por sus socios. La mina de Brumadinho era explotada por Vale S. A., el mayor exportador mundial de mineral de hierro. Hanfland explica que Vale ha acordado entretanto casi 6.000 millones de euros de indemnización en un acuerdo judicial con el estado brasileño de Minas Gerais y que parte de la suma beneficiará también a la población, pero los demandantes lo dudan.
Muchos detalles técnicos se interpretan de forma diferente. Por ejemplo, los demandantes afirman que el TÜV rebajó posteriormente el riesgo de la llamada licuación del suelo. En lugar del factor de seguridad exigido anteriormente de 1,3, se conformaron con 1,05, por lo que la presa pudo clasificarse como segura con un valor medido de 1,09. Sospechan que el TÜV fue deliberadamente indulgente para asegurarse los pedidos del poderoso cliente Vale. Los demandados contradicen y explican que se utilizaron nuevos métodos de cálculo y que según los anteriores se habría medido un valor de 1,4.
Para el abogado del demandante, Vale y TÜV Süd son responsables. Y para facilitar el cumplimiento de las reclamaciones, se remite al artículo 14 de la legislación medioambiental brasileña, según el cual son responsables todos los que intervienen directa o indirectamente en la contaminación medioambiental.
Aún no está esclarecido del todo qué fue lo que realmente provocó la rotura de la presa. La sala del Tribunal Regional de Múnich tiene previsto anunciar su decisión el 1° de febrero de 2022. Esto no tiene por qué ser una sentencia definitiva, ni mucho menos jurídicamente vinculante".
(er)