La próxima gran prueba para Angela Merkel
25 de octubre de 2018Por lo general, las elecciones regionales no afectan el orden de las cosas en la política federal en Alemania. Pero las recientes elecciones en Baviera, y las de este 28 de octubre en Hesse, están relacionadas con la estabilidad de la coalición de Gobierno, dirigida por Angela Merkel.
Ambos partidos populares, el cristianodemócrata (CDU) y el socialdemócrata (SPD), que antes obtenían más allá del 40% de los votos, han perdido tanto apoyo, que algunos creen que podrían desaparecer.
El panorama de Merkel en Hesse no es malo
Las elecciones en Hesse son una oportunidad para que Merkel demuestre que su CDU, y la coalición gobernante, no están tan enfermas como muchos diagnostican. Y en Hesse las condiciones están realmente dadas para que Merkel tenga éxito.
En Hesse está Fráncfort, la capital financiera de Alemania y Europa continental. Allí, el partido de Merkel gobierna desde hace casi 20 años, con socios cambiantes. Desde 1970, los conservadores han ganado más del 36% de los votos en cada elección. Y el primer ministro Volker Bouffier (CDU) sigue siendo muy popular entre los aproximadamente 4,4 millones de ciudadanos habilitados para votar.
Sin embargo, recientes encuestas de opinión le dan a la CDU solo el 26% de los votos. Así que si obtiene más, el resultado puede interpretarse como "positivo”. La alta participación de los conservadores en las elecciones en Baviera, hace dos semanas, evitó una derrota estruendosa. Bouffier, el primer ministro de Hesse, no se cansa de advertir de los presuntos riesgos que tendría votar por la izquierda.
Merkel necesita que su partido conservador siga siendo la fuerza mayoritaria en Hesse. De lo contrario, puede ser vista como parte del problema y podría ser conminada a ceder la presidencia de su partido.
Los socialdemócratas están nerviosos
Pero incluso si la CDU en Hesse logra un mejor resultado de lo esperado, la elección podría poner en peligro a la coalición gobernante en Berlín. El socio socialdemócrata está nervioso después de haber obtenido menos del 10% de los votos en Baviera. El resultado fue una derrota humillante para el partido más antiguo de Alemania, que en su apogeo recibía el 40% o más de los votos. El resultado en Baviera también ha llevado a algunos socialdemócratas a hacer campaña para poner fin a la gran coalición con la CDU/CSU.
El popular candidato del SPD en Hesse, Thorsten Schäfer-Gümbel, enfatiza que "Baviera es una cosa y Hesse otra ". Las encuestas indican que puede tener razón. Más recientemente, el SPD en Hesse llegó en encuestas a valores entre 20 y 25%. Lo suficiente para calmar la insatisfacción en sus propias filas, sin cuestionar la supremacía de los conservadores. Un resultado como este sería muy favorable para Merkel.
El éxito de los Verdes
La mayor amenaza para el SPD son Los Verdes, que esperan superar su éxito récord en Baviera. Su principal candidato, Tarek al-Wazir, ocupa un lugar destacado en la escala de popularidad y encarna la nueva postura de Los Verdes: "Somos el único partido que no ha permitido que el populismo de derecha nos vuelva locos", dijo Al-Wazir.
Los Verdes están casi seguros de que lograrán su mejor resultado en Hesse. A la canciller no le debe importar, porque un partido Verde fuerte facilitaría que Bouffier continúe su actual coalición con este mismo. De hecho, Merkel, para disgusto del ala derecha de su partido, podría aspirar a alianzas conservadoras y ecológicas a nivel federal, en un futuro.
El partido Alternativa para Alemania (AfD) obtendría entre 11 y 14%, según las últimas encuestas. El fortalecimiento de la ultraderecha, debilitaría los esfuerzos de Merkel por demostrar que el sistema político en Alemania sigue funcionando sin problemas.
¿Y el partido liberal (FDP)? El socio tradicionalmente preferido de los conservadores, lograría entre el 6 y el 9%.
¿Implicaciones nacionales e internacionales?
De cualquier manera, es probable que la formación de gobierno en Hesse sea más difícil que en el pasado, con el probable ingreso de seis partidos en el Parlamento regional. Si este proceso puede ser controlado y llevado a cabo sin problemas por la CDU, sería una victoria para Angela Merkel. Sin embargo, si los conservadores se retiran del gobierno en Hesse, esto debilitará aún más el poder de Merkel como canciller y líder del partido. Por lo tanto, las elecciones en Hesse podrían tener implicaciones nacionales e internacionales considerables.
(jov)