"Poco clara" la postura de la UE acerca del sobrevuelo de Evo Morales
5 de julio de 2013El avión que transportaba al presidente boliviano, Evo Morales, de Moscú a La Paz el martes pasado (2.7.2013) se vio obligado a aterrizar en Austria porque España, Francia, Italia y Portugal le prohibieron cruzar sus espacios aéreos, según lo que se sabe hasta el momento. La inusual medida fue atribuida a la sospecha -que se probó infundada- de que el exanalista estadounidense Edward Snowden iba a bordo para poder pedir asilo político en Bolivia.
El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, minimizó el episodio: “Lo importante es que Snowden no va en ese avión. Y, por eso, este debate que se ha producido es un poco artificial”. Su homólogo francés, François Hollande, no se pronunció sobre el asunto; en su lugar, el ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, pidió disculpas por lo ocurrido. Italia y Portugal: sin comentarios.
“No se trata de la peor crisis interregional”
Quien no dejó que este suceso pasara inadvertido fue la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Argentina, Ecuador, Surinam, Uruguay y Venezuela se reunieron este jueves (4.7.2013) para articular una declaración conjunta sobre la materia. Pese a ello, algunos analistas desestiman que este impasse pueda tener implicaciones trascendentales para las relaciones eurolatinoamericanas. Bert Hoffmann, director del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo, es uno de ellos.
“Lo que pasó puso en entredicho la posición diplomática de un Estado suramericano y, desde ese punto de vista, se puede hablar de un conflicto simbólico. Pero sería un error pensar que un conflicto simbólico no puede tener repercusiones serias: la política internacional se construye con base en ese tipo de fricciones. Yo pienso que los Estados latinoamericanos quieren mostrarse como poseedores de una autoestima saludable y por eso denuncian lo que se le hizo a Morales en la gran tribuna de la política internacional”, señala Hoffmann.
“Por otro lado, aunque lo que se le hizo a Morales enturbia los ánimos y seguramente afectará las relaciones entre la UE, América Latina y el Caribe, no se trata de la peor crisis interregional imaginable. Yo no creo que se siga hablando de este caso dentro de dos años. Y es que lo más dramático de toda esta historia siguen siendo las operaciones de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y no el hecho de que Morales se haya visto forzado a aterrizar en Viena”, agrega el experto del GIGA.
Estados Unidos, la UE y la OTAN
Claudia Zilla, de la Fundación Ciencia y Política (SWP) de Berlín, ve repercusiones más profundas: “Desde hace varios años, la UE se viene mostrando dispuesta a redefinir sus relaciones con los países de América Latina y el Caribe. Bruselas se puso como meta establecer nexos más simétricos con ellos; vínculos entre iguales marcados por el mutuo respeto. Pero el desplante que España, Francia, Italia y Portugal le acaban de hacer al jefe de Estado de Bolivia hace añicos todas esas declaraciones de intención”, comenta la investigadora.
“Es muy grave que al avión presidencial boliviano se le haya negado el permiso de sobrevolar sus territorios por creerse que Snowden se hallaba a bordo. Ese gesto demuestra una arrogancia y una asimetría de poder flagrantes de cara a Bolivia, y una actitud sumisa frente a la Casa Blanca que es difícil de justificar. Después de todo, Estados Unidos es fuertemente criticado actualmente por espiar a los ciudadanos comunitarios y a las mismísimas instituciones europeas”, subraya esta conocedora de los nexos birregionales.
“No obstante, Austria sí permitió que Morales aterrizara en su territorio. El presidente del Estado alpino, Heinz Fischer, se reunió con el mandatario boliviano para asegurarse de que su estancia en el aeropuerto de Viena fuera lo menos traumática posible y, al dirigirse a la prensa local, dejó claro que no le correspondía explicar la posición asumida por España, Francia, Italia y Portugal”, matiza Zilla. ¿Qué tienen en común estos países sureuropeos? “Ellos pertenecen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”, responde la experta.
Amargo regusto colonial
“Se cree que, para obtener la mayor cooperación posible en el Caso Snowden, Estados Unidos ejerció mayor presión sobre los países europeos que son miembros de la OTAN. Y Austria no está en las filas de esa organización”, acota la investigadora del SWP, trayendo a colación otro rasgo compartido por España, Francia y Portugal; un aspecto histórico que los integrantes de Unasur no han pasado por alto al condenar su actuación: el pasado colonial de quienes le prohibieron a Morales sobrevolar o aterrizar en sus territorios.
“El hecho de que estos países hayan colonizado a buena parte de Latinoamérica y las Antillas le da un regusto aún más amargo a este suceso, y ese factor puede atizar reacciones antiimperialistas y anticolonialistas”, sostiene Zilla. “Lo más problemático es que la UE no haya asumido una postura clara frente a lo ocurrido; eso genera la impresión de que se está mostrando solidaria con Estados Unidos. Como bloque, la UE puede perder la cara frente a América Latina si no emite una declaración al respecto”, añade la especialista.
Aún no se conocen todos los detalles que pueden haber llevado a España, Francia, Italia y Portugal a congraciarse así con Washington, ignorando el hecho de haber sido espiados por el programa de vigilancia PRISM y pasando por encima de los tratados que garantizan la inmunidad de aeronaves presidenciales como la de Morales. Pero, a juicio de Zilla, la desesperación económica de naciones que necesitan de cooperación financiera internacional –unas con mayor urgencia que otras– es una razón tan plausible como la supuesta lealtad que los integrantes de la OTAN esperan de sus cofrades.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López