“La pornografía infantil es una tragedia y un crimen lucrativo”
20 de septiembre de 2007Hace tiempo que la OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, declaró abiertamente la guerra al abuso sexual de niños y niñas, una terrible práctica criminal que ha encontrado en Internet un camino rápido y sencillo para la expansión.
Por ello, la Red como difusora de pornografía infantil centra la atención de los expertos reunidos ahora en Viena, en una conferencia internacional en la que Tim del Vecchio, miembro de la Unidad de Asuntos de Política Estratégica de dicho organismo, viene trabajando desde hace meses. Con él conversó DW-WORLD.
“Conferencia para la Mejora de la Legislación y el Refuerzo de la Reacción ante la Explotación Sexual de Niños a través de Internet”: el encuentro de Viena lleva por título un gran problema…
Sí, realmente se trata de un gran problema. Por un lado, estamos ante una tragedia humana, sobre todo porque los implicados son niños. Y por otro, nos enfrentamos a un sistema criminal muy bien organizado, cuyos beneficios son enormes.
¿En cuánto se cifran las ganancias anuales que genera la distribución de pornografía infantil a través de Internet?
Hay quien estima que las cifras alcanzan los miles de millones. Es un crimen muy lucrativo, como el tráfico de drogas y otras formas tradicionales de criminalidad organizada, sólo que esta vez estamos ante un drama humano tremendo.
¿Se sabe la cantidad de veces que se perpetua este delito?
Todos los estudios a los que he tenido acceso demuestran que esta práctica va en aumento. Retrocediendo a 2001, los expertos calculaban que había unos 100.000 grupos distribuyendo pornografía infantil a través de Internet. Hoy en día la cifra se ha duplicado.
¿Cuál es el perfil del criminal?
Por lo general, se trata de hombres, aunque el perfil varía mucho dependiendo del estudio que se tome. Sin embargo, hay una tendencia que nos consterna enormemente: cuando detenemos a alguien, solemos encontrar en su poder imágenes de niños muy pequeños. El 19% del material que requisamos muestra a menores de cinco años. Así que no se trata de personas que miran fotografías o vídeos de chicos de 16 o 17 años. Estamos hablando de verdaderos niños.
¿Cómo caen los pequeños en manos de estas mafias?
Una de las cosas que me resultan más difíciles de aceptar es que los padres estén involucrados en los abusos a sus propios hijos. Existen un sin fin de vías para que los niños acaben protagonizando vídeos pornográficos. No hay una regla que valga para todos.
¿Cómo puede combatirse este tipo de crimen?
Hay que empezar por la legislación local. El año pasado trabajamos intensamente con el Centro Internacional de Niños Desaparecidos y Explotados para analizar algunos focos concretos más allá de Europa. Por ejemplo, estudiamos en diversos países si se pena la posesión de pornografía infantil, si su distribución es ilegal…
Y por supuesto, es muy importante que los agentes cuenten con los conocimientos técnicos necesarios para perseguir este tipo de criminalidad.
Pornografía infantil a través de Internet: un crimen internacionalizado. ¡Siga leyendo!
El Centro Internacional de Niños Desaparecidos y Explotados, CEOP por sus siglas en inglés, es una de las organizaciones que combaten estas prácticas, pero es una institución británica. ¿Cómo es el trabajo con los organismos de países más allá de la Unión Europea?
La OSCE no es una unidad policial. Nosotros no dirigimos las investigaciones, sino que somos principalmente una organización política encargada de facilitar la cooperación. Estamos en contacto con la policía austriaca, belga… pero también con los agentes rusos. Estos tres países, por ejemplo, van a presentar un estudio sobre la situación en sus respectivos Estados y nosotros usaremos sus conclusiones como ejemplo. ¿Cuáles son las dificultades con las que se topan? ¿Cómo solventan los problemas? ¿Qué métodos han dado buenos resultados?
El CEOP y la INTERPOL están haciendo un buen trabajo a la hora de combatir este tipo de crimen, pero nosotros queremos potenciar la cooperación entre las instituciones nacionales para que una investigación no se vea frenada porque afecte a la jurisdicción de varios Estados.
¿Eso significa que un criminal podrá ser detenido en otro país, aunque la legislación de ese Estado pene el delito de forma diferente, o simplemente no lo considere ilegal?
Dentro de la Unión Europea no tenemos ningún problema con esta cuestión. Las dificultades aparecen cuando salimos de la UE, porque nos faltan los acuerdos de cooperación necesarios y la legislación no nos permite trabajar con la eficiencia requerida. Para mejorar esta situación trabajamos actualmente.
Realmente, estamos ante un crimen muy internacionalizado…
Sí, la culpa es compartida. En Estados Unidos, un matrimonio de Texas ganaba millones difundiendo pornografía infantil a través de Internet. Pero la mayor parte de las imágenes procedían de Europa del este: la investigación comenzó en Norteamérica e involucró a países europeos. Internet es tan rápido, sus operaciones son tan fáciles e inmediatas que resulta muy sencillo que personas de diferentes países operen conjuntamente.
Usted ha dicho que es importante que la policía conozca Internet y la tecnología que tras ella se esconde, ¿qué papel jugarán las nuevas tecnologías en la Conferencia de Viena?
Microsoft va a hablar sobre un software para perseguir la prostitución infantil que ha sido desarrollado porque un policía de Toronto escribió a Microsoft narrando las dificultades que la policía canadiense tenía en este ámbito, y la empresa respondió con una donación de dos millones de dólares y el software: su uso es gratuito y eso queremos contárselo a nuestros países miembros.
Es la primera vez que en una Conferencia de este tipo no sólo participan los políticos, sino también están presentes entidades privadas como Microsoft, proveedores de servicios por Internet y la industria bancaria.