“La política y la moral pueden ir codo a codo”
2 de marzo de 2011Le Dauphiné Libéré, de París: “El ministro alemán de Defensa no participó de una cena de Navidad con un tirano árabe, ni obtuvo un cargo inventado para algún amigo, y ni siquiera coqueteó con el mínimo conflicto de intereses. (…) Además, un 75 por ciento de los alemanes apreciaban su trabajo y le pronosticaban un futuro promisorio. (…) A pesar de todo eso, el ministro Karl-Theodor zu Guttenberg dimitió ayer. (…) A los 39 años, la esperanza de la CSU abandona sus cargos por falta de ética. Desde la óptica francesa, su error parece excusable, ya que sólo recurrió a algunas artimañas. (…) Renunciar –y no aferrarse patéticamente a su puesto- fue una cuestión de honor. En el caso de Guttenberg vemos cómo la política y la moral pueden caminar codo a codo. Sólo tenemos que cruzar el río Rin para comprobarlo.”
“Guttenberg dejó pasar el momento adecuado”
Der Standard, de Viena: “A veces las cosas se demoran. El ministro alemán de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, dejó pasar el momento adecuado para renunciar, al contrario de lo que hizo en su momento la obispo protestante Margot Käßman. El ministro no dimitió inmediatamente después de darse a conocer sus faltas, como la jefa de la iglesia evangélica de Alemania luego de haber sido descubierta conduciendo en estado de ebriedad, sino que torturó a un sector del Gobierno, a muchos alemanes y a sí mismo durante varios días. Con su renuncia, logró lo que los ajedrecistas llaman ‘adelantar posiciones perdiendo figuras'. Hay gran conmoción en la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y en su hermana bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), a pesar de que hace días que se sabía que no podían seguir manteniendo a Guttenberg en su cargo. La carga se le hizo demasiado pesada a él, al ministerio de Defensa, al Gobierno alemán y a los partidos conservadores alemanes.”
“Sin Internet, Guttenberg no habría dimitido”
Tageszeitung, de Berlín: “La protesta organizada en Internet parece haber sido muy efectiva, también en Alemania. La relación existente entre la renuncia del ministro de Defensa alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg, y la protesta concertada por cerca de diez mil académicos alemanes contra el falso doctor es más que obvia. Sin la informática y sin Internet no se hubiera descubierto la dimensión de las manipulaciones de Guttenberg.”
“Se termina la Guttenbergmanía”
Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “En primer lugar, Guttenberg volvió a dejar en la política lo que es de la política, poniendo fin a la puesta en escena de su propia persona con una amarga teatralización de su retirada. En segundo lugar, le dio a la canciller alemana, Angela Merkel, la posibilidad de realizar una gran reforma de su gabinete de Gobierno, que ella no pondrá en marcha, ya que es cautelosa y cuenta con poco personal. Y, en tercer lugar, Guttenberg le ofrece también una chance a la CDU de liberarse de su ‘Guttenbergmanía' para salir de la debacle antes de las elecciones parlamentarias de los Estados federados. Con su dimisión, los errores y mentiras del ministro alemán de Defensa pasan a un segundo plano, y lo que se impone es el pesar por la pérdida de un político joven y enormemente talentoso.”
CP/dpa
Editor: Pablo Kummetz